Sabemos de la volatilidad con que operan los Mercados Bursátil y Financiero de Argentina. La debilidad de un gobierno, la huelen como buscando sangre. Saben, que la pérdida de poder político, aísla a los gobernantes, que ya no son sostenidos, ni por los medios de comunicación aliados.
Todo esto ocurrió el lunes 12 de Agosto en Argentina.
Avalados por el discurso de aceptación de la derrota dado por Mauricio Macri, en donde comenzó solapadamente la campaña del miedo de cara a las generales de Octubre, este, dejo entrever, que los Mercados no tendrían confianza en el rumbo que tomo nuestro país luego del resultado electoral adverso. La alarma se encendió, y el lunes en la apertura del Mercado Bursátil y de venta de moneda extranjera, la bomba explotó. Se comercializo el dólar billete entre $ 60 y $ 70, cerrando la operación en baja a $ 57. El Merval se desplomo 37% y se produjo el tan temido Sell Off, el riesgo país llego a 1700 puntos, la peor posición en más de 12 años. Los Bonos de deuda soberana quedaron como los segundos más riesgosos del mundo, por arriba de Zambia y debajo de Venezuela.
Con solo mirar estos números queda al descubierto que los Mercados ya no confían en el rumbo económico del gobierno de Cambiemos, y solo lo han sostenido gracias a las sumas astronómicas de dividendos obtenidos en intereses de Leliq, Lebac y bonos de deuda soberana. Los bancos de a poco abandonan las Leliq y se pasan a dólares. El central solo intento frenar la corrida ofreciendo 100 millones de dólares. Otras voces alertaban sobre el retraso que venía teniendo la moneda estadounidense contra la inflación y reclamaban que acercara su precio al del dólar futuro que cotiza $ 61. Lograron casi superarlo.
Al son de la corrida cambiaria, comenzó el aumento en los alimentos y los medicamentos. La suba está en el orden de entre el 15% y 30%.
Los préstamos otorgados, no alcanzaron para apagar el incendio que provocaron las políticas económicas liberales del equipo de Macri. Recesión, destrucción de PyMEs, pérdida de fuentes laborales, un nefasto escenario de cara a Octubre y las elecciones generales. Parece demasiado lejos para un gobierno que apuesta al caos para recuperar los votos perdidos.
Y mientras tanto los Movimientos de Trabajadores y los movimientos de defensa de las PyMES, reclamamos que el Presidente y su equipo controlen la economía sin culpar a los que pasaron ni a los que vendrán. De seguir en este camino, el futuro gobierno encontrará tierra arrasada y un pueblo sumido en la desesperación.
Presidente, haga su trabajo, hoy Dios y la Patria se lo demandan.
Por Paola Louys – Mesa Empresaria Escobar
Mail: polilouys@hotmail.com
