Por Javier Jaureguiberry*
Fue un 1° de mayo de 1886 cuando trabajadores de la fábrica McCornick de Chicago, Estados Unidos, fueron brutalmente reprimidos y algunos ejecutados, tras realizar una serie de huelgas en reclamo de mejores condiciones laborales, y es en su memoria que en varios países del mundo se conmemora ese día como el día del trabajador.
La pregunta es ¿cómo estamos hoy, después de casi 140 años desde aquel fatídico día; tienen los trabajadores asegurados sus derechos básicos; se trabaja bajo condiciones justas y seguras? Y muchos etcéteras. No hay una única respuesta. Si hablamos de los trabajos formales, podemos decir que la mayoría de los derechos de los trabajadores se encuentran protegidos jurídicamente, como así también su control y cumplimiento. Diferente es el caso de las mujeres. Según un informe de la OIT “las mujeres, en el mundo ganan considerablemente menos que los hombres y su presencia en el extremo inferior de la distribución de ganancias es excesiva”. La brecha entre ambos es baja en los trabajos menos calificados y aumenta considerablemente en lo cargo de responsabilidad. Tenemos aún una deuda que saldar en materia de igualdad.
En el caso de los trabajadores informales la situación es bien distinta. Según datos oficiales de empleo publicados por el INDEC, el empleo informal, sin cobertura social ni descuento jubilatorio, sin poder acceder a créditos, alquileres, etc. se ubica en el nivel récord de 37,4% del total de la masa asalariada. Actualmente dentro del sector privado sólo la mitad de los empleos que se crean corresponden a puestos de trabajo formales creados. Es decir una gran cantidad de trabajadores no cuentan con sus derechos satisfechos.
Pero a todos les cabe la misma preocupación, el salario. Desde hace año vemos que son cada vez más los trabajadores que recurren a un segundo ingreso para poder llegar a fin de mes. Desde hace años encontramos que el salario de un importante número de trabajadores registrados no llega a cubrir sus necesidades básicas, esto es hemos llegado al punto de tener trabajadores formales pobres.
Pero no son estos los únicos desafíos que deben enfrentar los trabajadores y empleadores, gobiernos y sindicatos. Según el estudio “Habilidades más buscadas” del portal de empleo Bumeran, el 42% de los especialistas en Recursos Humanos destaca la responsabilidad y puntualidad como las habilidades blandas o competencias sociales más buscadas y que se encuentran con menos frecuencia en los talentos, sobre todo en los jóvenes. En lo que respecta a las habilidades duras o conocimientos técnicos, el 37% considera que lo más buscado es el manejo de softwares o programas informáticos y el 32% menciona el uso de nuevas tecnologías. Un informe del Consejo Provincial de Educación y Trabajo menciona que un 30% de las causas de los futuros cambios en los perfiles laborales por sector productivo se referirán a las nuevas tecnologías.
Como podemos ver, tenemos por enfrentar aún viejos y nuevos paradigmas. Desde nuestro lugar, desde el municipio, estamos tomando algunas medidas. Estamos fortaleciendo nuestro portal de trabajo, estamos llevando adelante programas de capacitación orientando a las nuevas tecnologías, al auto empleo y el emprendedurismo; estamos llevando adelante un programa hibrido de capacitación en audiovisuales en una asociación estratégica con Eidos y su colaborador Disney. Estamos comenzando a intermediar en la empleabilidad a través de pasantías.
En este contexto, el Día del Trabajador se convierte en un momento para reflexionar sobre los logros y desafíos del mercado laboral. Es una oportunidad para reafirmar el compromiso con la creación de empleos dignos, la igualdad de oportunidades y la capacitación continua como pilares fundamentales para el desarrollo.
*Javier Jaureguiberry – Subsecretario de Producción y Trabajo – Municipio San isidro
