La Herencia

En este día no es sólo para recordar a nuestros familiares y conocidos, sino también es para no olvidar lo que nos arrebataron, esos momentos de felicidad y de tristeza lo cual podríamos haber tenido con ellos. Un día en donde se mezclan todos las emociones, para muchos es un momento de conmemorar a un familiar o un amigo que lleva en el corazón.

Mi nombre es Claudia Mariana Boncio soy hija de Carlos Ignacio Boncio el trabajaba en los astilleros de mestrina S.A., en el cual se lo llevan de su puesto de trabajo, el 25 de marzo de 1976, mi abuela Ana Inés Mancebo de Boncio pasó toda su vida buscándolo.

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Ella era parte de la línea fundadoras de madres de plaza de mayo, luego de fallecer sigo con su lucha porque quiero saber lo que sucedió con mi padre y con el resto de sus compañeros.

Por esta razón este día no es como cualquier otro, recordemos nuestro pasado el cual algunos no quieren pronunciar, una época oscura para algunos y aunque hayan personas la cuales piensen que todo este trabajo es una pérdida de tiempo, nada repara lo que está hecho. Y tiene razón, no podemos traer a nuestros seres queridos y reparar las miles de familias destruidas por culpa de la dictadura.

Nunca podré tener esos momentos que todo padre e hija tienen, el no pudo ver a sus nietos crecer, pero mi lucha es para que nunca olvidaremos y asimismo la sociedad tome conciencia al final, para que en el futuro nunca más pasen otros por lo mismo.

Y para esas personas que no les importa todo esto, recuerden esas siluetas son vidas robadas, gente que fueron separadas a la fuerza de sus hogares y encima sufrieron hasta el último momento de su vida. Porque lo que pasó una vez, puede pasar otra vez, si abandonamos este recuerdo.

Hoy me levanto con orgullo de ser la voz de mi padre el cual me quitaron, la voz de mi abuela que luchó hasta su último respiro por buscar la verdad y justicia para él.

Sin embargo, no todo es sombrío en este transcurso, porque en el camino uno va encontrando compañeros de lucha y memoria, con los cuales se formaron hermosos lazos. Le doy mil gracias por todo lo que me enseñaron en cada momento importante de esta pelea, a no bajar los brazos y seguir por más memoria, verdad y justicia.

Presente ahora y siempre

Por Claudia Mariana Boncio