Hoy se cumplen 75 años de aquel 17 de octubre. Ese caluroso día, y tras la noticia de la detención ilegal de Perón en la Isla Martin García, se produciría una gigantesca movilización espontánea de trabajadores que pedían su libertad.
A la noche de esa larga jornada, en una plaza de mayo colmada de gente, se terminaría produciendo la liberación del General, y quedaría inmortalizado con su presencia en el balcón de la casa de gobierno.
Ese histórico día, que significó una inmensa demostración de amor, daría nacimiento a un nuevo sujeto colectivo en la Argentina.
A 75 años de esa fecha, podemos coincidir que significó la emancipación de los sectores populares y trabajadores, quienes tras años de luchas por condiciones dignas de trabajo encontrarían en Perón un dirigente político, el primero de nuestra historia, capaz de reconocer esas necesidades y transformarlas en derechos.
Ante un nuevo aniversario, vale pensar cómo se han resignificado las luchas y las necesidades populares.
Del pleno empleo logrado en la década del 40´ a una actualidad golpeada por los programas de gobiernos neoliberales que se extienden por la Patria Grande desde el 2015, que vuelven a situar en el eje de la discusión la falsa disyuntiva producción/ campo, y con ello el lugar de las trabajadoras y los trabajadores.
Al mismo tiempo, las prácticas de producción intensivas demuestran consecuencias catastróficas en materia de contaminación.
Ante estas dos problemáticas, surgen nuevos reclamos y desafíos que se pueden sintetizar en: la necesidad de crear empleo y de cuidar el ecosistema.
Ambas aparecen como cuestiones centrales de las nuevas generaciones.
Mientras se producen discusiones respecto al tipo de modelo de país que queremos y sobre como reducir las brechas de desigualdad en nuestra sociedad, desde el mes de marzo la Argentina, al igual que el resto del mundo, sufre la existencia del virus Covid-19, que forzó la reorganización de la vida de todos los ciudadanos y ciudadanas, como también del programa de gobierno, que debió orientar todos sus recursos a fortalecer un sistema de salud muy alicaído. La batalla y el compromiso que sostienen nuestros operadores de la salud augura un resultado favorable pese a las enormes pérdidas sufridas.
Sin perjuicio de estas terribles dificultades, el gobierno nacional se encuentra comprometido en llevar adelante acciones que tiendan a una sociedad más igualitaria. Prueba de eso son todas las medidas impulsadas por el gobierno nacional (ife, atp, entre otras), el debate por el impuesto a las grandes fortunas, y la reforma judicial.
Una vez más, el peronismo como hace setenta y cinco años lo hacía Perón, hoy a través de Alberto y Cristina, interpretan las nuevas necesidades populares para construir una sociedad más justa, libre e igualitaria.
Por Nicolas Serruya – Concejal Escobar por el Frente Todos
