45 años de la pesada herencia dictatorial

Hoy 24 de marzo, se cumplen 45 años del Golpe Cívico-Militar realizado por la Junta Militar, que asumiría el primer gobierno de facto en 1976 bajo el mando de Jorge Rafael Videla, jefe del Ejército de la derrocada Isabel Martínez de Perón. Se abría, entonces, la primera puñalada que los sectores empresariales, lograban darle al movimiento obrero organizado, pero sobre todo, a una sociedad argentina que había llegado en 1974, a tener índices de desarrollo, de los más altos de la región. Tenemos que destacar, que la participación de los trabajadores en el PBI, había alcanzado el máximo histórico de 49%. Más allá de las cuestiones económicas, y el plan de Martínez de Hoz, para “sanar” la economía argentina, la dictadura tuvo un objetivo político: refundar la sociedad argentina, las bases del Estado-Nación, eliminando derechos de cada orden de la vida. La anulación de los derechos humanos, y el plan represivo sobre los trabajadores, serían expresión de estos deseos.

La conmemoración, de este modo, no puede negar la verdadera pesada herencia que trajeron los años de 1976-1983: años donde el movimiento obrero perdió su presencia en la economía del país, (a finales del 83, esa participación en el PBI, se había reducido al 34%), donde el salario se devaluó hasta el 60% en cuatro años, y años en los que la desindustrialización corrió en paralelo con la concentración financiera que los grandes Grupos Económicos realizaban.

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Este disciplinamiento, no estuvo exento de resistencia obrera y es central para el ejercicio de Memoria que el pueblo trabajador tiene que retomar, y que, desde esta Regional CGT Zona Norte, queremos comunicar.

Los militares llegados al gobierno, establecieron varias normas contra el pueblo trabajador ni bien asumieron el poder: la suspensión de las huelgas, de los fueros sindicales, la prohibición de la actividad sindical, pero sobre todo el año 79 con la Ley Sindical 22.105 sancionada en noviembre de ese año, derogó la de Asociaciones Profesionales, la 20.615 dictada por el gobierno constitucional previo, y terminó por legalizar la intervención extrema del Estado dictatorial, socavando las bases institucionales y financieras del poder sindical. Pero hay un caso de sometimiento sindical, aquí, en nuestra zona de influencia: es el caso de Ford en Pacheco. La fábrica Ford, atravesaba una etapa de crisis debido a la política aperturista de la dictadura, donde la entrada de autos importados, traía consigo, la disminución de la producción nacional de Ford. Bajo la órbita de SMATA, en la empresa trabajaban unos 7000 obreros, que llegada la dictadura al poder, fue una de las principales empresas cómplices en la represión contra el pueblo. En la fábrica, los trabajadores se vieron sometidos a indagatorias y controles diarios por los militares que habían armado dentro de la misma planta, un centro de vigilancia, reconvertido prontamente, en un centro de detención clandestina. También, la zona isleña de Tigre-San Fernando, estuvo sellada por sangre: en el arroyo Tuyú Paré, la dictadura había armado una pequeña estación sub fluvial, llamado “Centro El silencio”, donde fueron trasladados detenidos bajo el mando de la Armada. Como vemos, nuestra zona norte, nuestro pueblo trabajador, sufrió los peores embates dictatoriales.

Por último, en los tiempos de crisis que corren, este ejercicio de memoria nos lleva a recordar la figura de Saúl Ubaldini, quien en 1981, encabezaría la primera gran marcha contra la dictadura militar. La marcha a San Cayetano, marcaría un primer hito de unidad popular, donde el propio Ubaldini no solo convocaba a trabajadores agremiados, sino que también se abrazaba al sufrimiento de los desempleados que arrojaba la dictadura. Desde la CGT Zona Norte, no olvidamos, y pedimos Memoria, Verdad y Justicia, pero por sobre todo, Paz, Pan y Trabajo.

A la memoria del pueblo trabajador.

Por Juan Manuel Rozich  – Secretario General Cgt Regional Zona Norte