En medio de una situación sanitaria inédita, recordamos el día del trabajador. En la entrega de muchos trabajadores está sostenido hoy el sistema que permite brindar salud, alimentos, energía, información, y todo lo necesario para que podamos abastecernos.
El día del trabajador sigue siendo una fecha emblemática recordada mundialmente. Los argentinos tenemos un especial reconocimiento por la lucha que han dado los trabajadores a lo largo de la historia.
En este 2020, no veremos la plaza de mayo congregando a miles de trabajadores, como en otros momentos. La propagación de un virus, obliga a la conducta responsable del aislamiento, para cuidarnos y cuidar a los demás.
Conmemorar el día del trabajador, mantiene la misma vigencia de siempre. El trabajo, sigue siendo el gran ordenador social, que permite generar los recursos para el sostenimiento económico de la familia, y es también la noble actividad creadora que dignifica al ser humano.
Vivimos una crisis sanitaria, económica, ambiental y de valores. En las cuatro cuestiones está presente el trabajo como salida superadora.
Gobernar es crear trabajo, pero es también cuidar al ser humano, porque el trabajador es ante todo persona, con derechos y obligaciones, y quienes comparten cotidianamente su vida también los son.
Estamos viviendo tiempos difíciles, comparable con muy pocos momentos de la historia. Somos las actuales generaciones las que debemos enfrentar y vencer esta problemática, atravesar esta situación con responsabilidad es un gran desafío.
En la entrega de muchos trabajadores está sostenido hoy el sistema que permite brindar salud, alimentos, energía, información, y todo lo necesario para que podamos abastecernos.
Las consecuencias sociales y económicas de este duro momento nos acompañarán por un tiempo. Pero no podemos perder de vista que la salida está en generar las oportunidades para crear empleos en condiciones dignas, favorecer la producción y promover el crecimiento de una cultura de trabajo, siempre cuidando el ambiente (la casa común) y alejándonos de prácticas especulativas que favorecen a las minorías en desmedro de la mayoría de nuestra población.
En el corto plazo el dilema no es salud o economía, es salud con la economía posible, con protocolos y responsabilidad ciudadana; en el mediano y largo plazo el desafío es la realización de un proyecto de País, que castigue al que especula o delinque, y premie al que trabaja en un sentido comunitario, en plena conciencia que su esfuerzo y creatividad es parte de un mecanismo que ayuda al crecimiento de nuestra Patria.
Necesitamos una comunidad que permita el pleno desarrollo de quienes vivimos en ella, teniendo la familia como el pilar que fortalece valores y al trabajo como ordenador social.
A todos los trabajadores, feliz día.
Por Fernando Coronel
