En un clima de creciente tensión política en San Isidro, concejales del bloque “Acción Vecinal San Isidro es Distinto”, ligado al possismo, presentaron un pedido de interpelación al intendente Ramón Lanús para que rinda cuentas sobre la situación de seguridad en el distrito. El jefe comunal no solo respondió al planteo, sino que redobló la apuesta con fuertes críticas a la gestión anterior.
El reclamo formal fue ingresado el viernes pasado en el Concejo Deliberante, al amparo del artículo 117 del reglamento interno, que habilita la convocatoria del intendente para informar y responder consultas sobre asuntos de interés público. Según los impulsores del proyecto, la inseguridad se convirtió en “una de las principales preocupaciones de quienes vivimos en San Isidro” y señalaron una creciente “sensación de desamparo” en los barrios.
Desde el bloque opositor –que incluye a Macarena Posse, hija del exintendente Gustavo Posse, contra quien Lanús compitió en las últimas elecciones– afirmaron que buscan saber “qué se está haciendo para enfrentar esta situación”, y pidieron informes sobre estadísticas delictivas, recursos disponibles, coordinación con fuerzas de seguridad y medidas previstas.
La respuesta del intendente no se hizo esperar y fue contundente. Durante un acto oficial, Lanús calificó la movida como parte de una estrategia para embarrar la gestión: “El possismo nos quiere meter en el barro. Vamos a estar en el barro dando la pelea”, dijo, para luego rematar con una metáfora que, aseguró, le había transmitido Alfredo De Angeli: “En la política hay que ser como las garzas: en el barro, pero limpito”.
El intendente sostuvo que, al asumir, se encontró con un sistema de seguridad municipal “obsoleto” y un manejo de fondos “opaco”: “El área pagaba 500 millones de pesos en horas adicionales a la policía en efectivo. Hoy, con un sistema bancarizado y transparente, gastamos poco más de 200 millones y tenemos más policías en la calle”, afirmó.
Además, reveló que realizaron una denuncia penal contra contrataciones irregulares vinculadas a familiares de empleados municipales. “Yo no iba a contar esto, pero como funcionario tengo la obligación legal de denunciar cuando tomo conocimiento de un delito”, agregó.
Lanús también anunció que en la nueva sede de la Secretaría de Seguridad dejarán un espacio a modo de “museo” para mostrar el estado en que encontraron la infraestructura local al asumir.
