No Hay Ni Una Menos sin transfeminismo popular

El 3 de junio de 2015 muchas mujeres salieron por primera vez a la calle de forma casi inesperada.  Se daba así un hito en la historia del Feminismo en Latinoamérica. No sólo  las calles aledañas al Congreso de la Nación si no todas las del país se vieron inundadas por los cantos y la movilización de miles y miles de compañeras que juntas exigieron “Ni Una Menos”.

La primera convocatoria surgió a partir del femicidio de Chiara Páez, una joven de 14 años de Rufino, Santa Fe que estando embarazada, fue asesinada por su novio Manuel Mansilla. 

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Según el último informe del Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, publicado el 29 de mayo de 2021, desde el femicidio de Chiara otras 1717 mujeres han perdido su vida en manos de la violencia machista con la complicidad de la justicia que elige mirar para otro lado en juzgados y comisarías. 

Claro está, que este número sólo muestra unos pocos femicidios registrados. Tantos otros que no cumplen los requisitos de la hegemonía que es moneda corriente en los medios de comunicación son invisibilizados. Los travesticidios y transfemicidios no son noticia, los femicidios villeros tampoco.  En 2014 el femicidio de Melina Romero fue más conocido porque era “fanática de los boliches y abandonó la secundaria”. Se suma a la lista interminable de compañeras asesinadas Milagros Orieta.

Desde el frente de mujeres queremos que sea fundamental y urgente la implementación de la Ley Micaela en el Poder Judicial de nuestro país, porque bien sabemos que muchos de estos femicidios podrían haber sido evitados si la Justicia no fuese misógina y patriarcal, y tuviese perspectiva de género.

Con Mujeres Evita llevamos en alto las consignas “Nos Cuidan Las Promotoras” y “Transfeminismo Popular, Comunitario y Villero” ya que es nuestra tarea reconocer y visibilizar el trabajo cotidiano que realizan nuestras compañeras.  Aquellas que ayer únicamente paraban la olla y servían la merienda o la comida -casi siempre por una decisión tácita e histórica del machismo naturalizado- han sabido formarse y organizarse de manera comunitaria.  Son ellas, nuestras compañeras de los barrios populares, quiénes están en el frente de batalla todos los días, quiénes no dudan en ceder su tiempo, su energía y sus recursos para la construcción colectiva.  Que en los peores momentos que pasó nuestro país desde la vuelta de la Democracia, durante la pandemia, o cuando reciben el llamado de una vecina pidiendo ayuda responden con la inmediatez y la empatía que le suele faltar al Estado.

Este año “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” es el lema que nos acompaña.  Durante las reuniones organizativas y de reflexión previas a la movilización de este viernes no pude evitar reparar con tristeza en los tres adjetivos que componen esa frase; exigimos algo tan simple como que no nos maten, no nos opriman y que el futuro de las generaciones por venir a cien años no esté condicionado con una deuda millonaria que se fue a los bolsillos de algunos pocos millonarios.  Conversando y escuchando a compañeras responsables de otros distritos del conurbano bonaerense elijo de alguna manera agrandar esa frase.  No sólo vivas, libres y desendeudadas; sino también haciendo política, conduciendo y gobernando nos quiero. 

¿Quiénes mejores para la administración y la logística que aquellas que calculan, dividen y gestionan el alimento para un centenar de personas todos los días?¿Quiénes mejores para planificación y ejecución de políticas públicas que las que organizan jornadas y actividades para niñes, adolescentes y adultes desde su propio bolsillo y con un recurso casi inexistente?¿Quiénes nos cuidan mejor que nuestras propias compañeras?  La experiencia de Mariel Fernández en Moreno, nuestra primera Intendenta mujer y de los movimientos populares nos demuestra que el camino es por acá: Construyendo desde el amor, la empatía y la escucha activa.

Fue nuestra fuerza la que legalizó la Interrupción Voluntaria de Embarazos, después de años, jornadas, días, noches y madrugadas en la calle.  Es nuestra fuerza la que arma Consejerías y Asesorías de violencias por motivos de género, salud sexual, gestión menstrual.  Y es nuestra fuerza la que este viernes sale a gritar REFORMA JUDICIAL FEMINISTA YA, ¿DÓNDE ESTÁ TEHUEL? y JUSTICIA POR LUNA ORTIZ Y MILAGROS ORIETA.

Por Paula La Blunda – Responsable de Mujeres Evita Vicente López e integrante del frente provincial