Por Javier Rehl*
La frase de El Eternauta, la gran serie argentina que la está rompiendo en todo el mundo, debería ser el lema de la campaña peronista en este tiempo de incertidumbre y humillación que atraviesa nuestra patria. Nunca como un gesto nostálgico ni como un museo de lo que fuimos, sino como un recordatorio potente de que los peronistas ya supimos construir un país que funcionaba.
Porque no hay que inventar nada: en la Argentina ya existió un modelo de desarrollo productivo, con industria nacional, empleo de calidad y movilidad social ascendente. Desde el primer peronismo hasta los años en que salimos del 2001 con trabajo, producción y justicia social. Con aciertos y con errores, pero con resultados: se redujo la pobreza, aumentó el empleo, mejoró la salud y la educación, y se recuperó la dignidad.
“Lo viejo funciona” no quiere decir quedarnos en el pasado, sino reconocer nuestras raíces; nuestra historia y tradición. No dejarse arrastrar por el espejismo de lo que se vende como nuevo “libertario” para proponer las mismas recetas de siempre, como endeudamiento, dólar planchado y destrucción del Estado. Ya la vimos. Siempre termina igual: con la nación humillada, de rodillas, y con los argentinos sin trabajo.
Frente a eso, nosotros tenemos otra hoja de ruta. No basada en slogans ni algoritmos copiados del norte global, sino en algo más sólido: la tradición peronista, que no es más que el espíritu solidario de nuestro pueblo hecho fuerza política. Porque nadie se salva solo. Recuperar “lo viejo” no es repetir. Es tener criterio, saber de dónde venimos y qué intereses defendemos. Es hacer política con un objetivo claro: un país que le vuelva a funcionar a las grandes mayorías.
Por eso, más que nunca: Lo viejo funciona, Juan.
Volver a lo que da resultado.
Volver a lo que hace patria.
Volver al peronismo.
*Javier Rehl – Subsecretario Electoral y Parlamentario del Ministerio de Gobierno (PBA) y presidente del Bloque Concejales UP (HCD Escobar)