La Argentina que fuimos, la Argentina que tenemos y la Argentina que queremos

Por Rosalia Fucello*

Conocer nuestra historia es una forma de saber más sobre nosotros mismos, entendernos en nuestra identidad como argentinos y reencaminar el país hacia la búsqueda del bien común como lo hicieron nuestros patriotas en 1816.

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Recordamos a los padres de nuestra patria: Manuel Belgrano, José de San Martín, Martín Miguel de Güemes y Juan Martín de Pueyrredón, cada uno con formaciones distintas y sus propias ideas, pero compartían un mismo objetivo: la independencia. La lograron a través de la integración y el consenso, encontrándose en las similitudes y no en sus diferencias, porque lo que estaba en juego era algo mucho más grande que ellos mismos.

Pasaron 206 años desde aquel inicio y ellos no lo hicieron solos, hoy también quiero homenajear a esas mujeres, que han sido invisibilizadas por el relato histórico y asumieron diferentes roles contribuyendo de manera fundamental en la configuración de la Argentina: Juana Azurduy, Manuela Pedraza en su defensa contra las invasiones inglesas, Macacha Güemes, que logró la firma del “Pacto de los Carrillos” que habilitó la sesión del Congreso de Tucumán; María Remedios del Valle, la Madre de la Patria a quien Manuel Belgrano nombró Capitana; Mariquita Sánchez de Thompson y su importantísimo activismo político, la tradición dice que en su casa sanisidrense sonaron las estrofas de nuestro Himno Nacional por primera vez.

Es el momento de recuperar aquellos valores patrios en esta situación difícil que vivimos los Argentinos, y pensar en la Argentina que tenemos y en la Argentina que queremos. Ser argentinos es reconocernos herederos de aquellos hombres y mujeres que lucharon por sus ideales, que sortearon todas las dificultades para tomar el futuro en sus manos.

Hoy hay un sentimiento colectivo de falta de esperanza, la Argentina nos duele a todos los que la amamos. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? estamos en una emergencia permanente, nos cuesta proyectar un futuro mejor en el corto plazo y la emoción compartida es el desaliento. La idea de que los proyectos personales y familiares no tienen espacio para desarrollarse en nuestra tierra nos hace despedir en el aeropuerto a muchos compatriotas que se van para construir un futuro lejos de casa… Por eso hoy quiero que miremos ese pasado, lleno de incertidumbre para impulsarnos hacia lo que viene, para construir cómo queremos vivir en la Argentina del mañana.

Para salir adelante, necesitamos armar un plan y construir consensos. No es con personalismos, egos, pedidos de uso de lapiceras ni renuncias por twitter. Es juntos, es con un plan concreto que incluya a todos y que haga que los que están afuera elijan volver.

Hoy hagamos sonar bien fuerte las estrofas de nuestro himno nacional que sonó por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson y renovemos el compromiso de defender a nuestro país como lo hicieron aquellos hombres y mujeres, de quien sea que se anime a hacerle daño.

¡Viva la Patria!

*Rosalia Fucello – Concejal JUNTOS San Isidro