Pro Oscar Flores
El fracaso de la mala política es la consecuencia; de otro modo no se entendería el desembarco en la Casa Rosada de este verdadero delirio multicolor llamado La Libertad Avanza, con el liderazgo del presidente Javier Milei.
Los cuadernos de Centeno, que en 2018 desnudaron un sistema de coimas en la obra pública kirchnerista, encuentran su eco en los audios de Diego Spagnuolo (amigo y abogado personal del Presidente), el exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que destapó un presunto esquema de sobreprecios y coimas en la compra de medicamentos bajo el actual gobierno de Javier Milei. “Los audios de la casta libertaria”.
El mismo guion, nuevos actores. Los cuadernos y los audios son dos actos de la misma tragedia.
Hoy sabemos de qué estamos hablando cuando aparecen escuchas telefónicas. Cómo no comprender de qué se trata: el tema de las droguerías que no para en la Agencia Nacional de Discapacidad, dependiente del Ministerio de Salud (ANMAT, fentanilo), es una hemorragia que no pueden suturar. Desde los aportes para las candidaturas; funcionarios de PAMI, ANSES; denuncias de depósitos en diferentes cuentas; empresas ligadas a los Menem en distintos organismos del Estado; valijas; criptomonedas LIBRA; etcétera. Los argentinos ya vivimos varias temporadas con las coimas y porcentajes.
El deterioro de las condiciones económicas y la corrupción son una especialidad nacional que se repite.
La perversidad y la crueldad de decisiones políticas perjudiciales a las personas con discapacidad, a los jubilados, al personal del Hospital Garrahan, a las universidades públicas —que pasaron la motosierra—, ¿qué argumentos sostienen tanta inhumanidad y daño? Mientras acusan de casta, de ensobrados, pareciera que los propios ensobrados son ellos, con dinero destinado a la discapacidad.
Los que vinieron con la pretensión de “purificar” la política son más casta y amateurs, como para aceptar que integren las listas y el gobierno personajes amorales y de varias fidelidades. Estrategia de “tabula rasa” manejada por ignorantes, oportunistas; piratería política con tendencia a conformar un “fenómeno recaudatorio”.
Que el pueblo, harto de mentiras y corrupción, se levante y diga: “Basta de robar en la Argentina”.
Es hora de que la Justicia nos permita escribir un nuevo relato; uno donde no sea un sueño, sino un faro de esperanza.
En los próximos días, haré agregados y quitas para seguir intentando sentir que los votos siguen siendo un acto moral, por un futuro mejor.