1° de julio de 1896 aniversario de la muerte de Leandro N. Alem

“Pero para hacer esta buena política se necesita grandes móviles, se necesita fe, honradez, nobles ideales; se necesita, en una palabra, patriotismo”.

El 1° de julio de 1896, entregaba su vida uno de los principales fundadores de la Unión Cívica Radical y el impulsor de “la causa de los desposeídos”: Leandro N. Alem. Podría escribir muchas hojas sobre su entrega a los más nobles ideales, su patriotismo y su amor por el pueblo y no sería suficiente. Por eso, es mejor conocerlo a través de lo que escribió. Tal vez pensaba un país distinto al que tenemos, sin embargo a pesar de que pasaron 126 años de su partida, el legado que nos dejó pareciera que fue escrito el día de ayer.

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Sobre la Unión Cívica Radical:

Se me ha nombrado presidente de la Unión Cívica, y podéis estar seguros que no he de omitir ni fatigas, ni esfuerzos, ni sacrificios, ni responsabilidades de ningún género para responder a la patriótica misión que se me ha confiado”

La República sabe que la U. C. R. ha inscripto en su bandera de principios la honradez administrativa, la libertad de sufragio, el régimen municipal, la autonomía de las provincias y el castigo del fraude electoral y de las malversaciones del tesoro público. Este programa amplísimo, progresista e impregnado de un espíritu esencialmente nacional, propone realizar las más adelantadas conquistas del derecho público”

¡Ah, cuánto bien ha podido hacer este partido, si no hubiesen promediado ciertas causas y ciertos factores!”

Sobre el ejercicio de la política:

Pero la vida política no puede hacerse sino donde hay libertad y donde impera una constitución”

El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión”

¿Y qué política es la que hacen ellos? ¡El gobierno no hace otra cosa que echar la culpa a la oposición de lo malo que sucede en el país!”

¿Y qué hacen estos sabios economistas? ¡muy sabios en la economía privada, para enriquecerse ellos! En cuanto a las finanzas públicas, ¡ya véis la desastrosa situación a que nos han traído!”

Nuestra vida política debe ser un certamen de honor y de competencia”

Sobre el pueblo:

La libertad necesita ser conquistada y conservada por la conducta digna y perseverante del mismo pueblo, y si éste en vez de merecer o exigir con entereza gobiernos libres y honrados, se presta dócilmente a la explotación de círculos menguados o de sus gestiones personales, siempre peligrosas, tendrán el gobierno creado por su inepcia y por su cobardía; es decir, tendrán el gobierno que merezca su propia indignidad”

Dejad esa tendencia de esperarlo todo de los gobernantes y grabad en vuestra conciencia la convicción de que este proceder rebaja el nivel moral de los pueblos”

Sobre el ejercicio del poder:

Pero con patriotismo se puede salir con la frente altiva, con la estimación de los conciudadanos, con la conciencia pura, limpia y tranquila, pero también con los bolsillos livianos, y con patriotismo no se puede tener troncos rusos a pares, palcos en todos los teatros y frontones, no se puede andar en continuos festines y banquetes, no se puede regalar diademas de brillantes a las damas, en cuyos enos fementidos gastan la vida y las fuerzas que deberían utilizar en bien de la patria o de la propia familia!”

Cuando un hombre está en el poder, necesita el consejo, el apoyo, el cariño y el aliento de sus gobernados, que han de ser sus amigos, no sus vasallos. Pero si ese hombre se olvida que se debe al pueblo y no respeta derechos ni constituciones, el pueblo tiene la obligación de recordarle los deberes de la altura, e imponerle su soberanía, si no por la razón, ¡por la fuerza!”

Sobre su final:

Yo mismo he dado el primer impulso, y, sin embargo, no puedo continuar. Mis dolencias son gravísimas, necesariamente mortales. ¡Adelante los que quedan!”

Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir. ¡Sí, que se rompa, pero que no se doble!”

Cuando leo sobre nuestros patriotas siempre llegó a la misma reflexión: ¿en que nos equivocamos como pueblo para vivir en un país que lo tiene todo y no tenemos nada? Estas frases de Alem tienen más de 126 años, pero tristemente siguen más vigentes que nunca. Pero no nos podemos permitir perder las esperanzas, en nosotros está la responsabilidad de conseguir la gloria que como destino tenemos reservada. Recordemos una de las últimas frases de Alem:

No desmayen, que hoy más que nunca, la patria necesita del esfuerzo de sus buenos hijos”

Por Diego Urrere Pon, militante de la Unión Cívica Radical.