No hay nada mas triste que un aula vacía, y de eso el 2020 nos dejó bastante. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, e irónicamente, que hubo algo que destronó a Baradel en lo de aulas vacías, pero lo cierto es que los docentes una vez que “no fuimos representados”.
Los gremios lejos de ocuparse verdaderamente de la problemática docente continuaron haciendo su campaña política, y mostrándose con intendentes cuando la necesidad era otra.
Se habló mucho, pero poco se hizo con respecto a la conectividad de los chicos, o su poca y casi nada interacción con su pares y sus docentes. Nadie tomó en serio la depresión, angustia y nostalgia de los chicos y los docentes que veían frustradas sus ganas conforme pasaban los días, meses y el año entero, sin la certidumbre del “como voy a hacer”.
Ya que hablamos de chicos, los que tenemos hijos sabemos perfectamente que un buen pediatra es aquel que tiene la respuesta cuando hay un problema grave, ya que un hijo sano no supone mayores contratiempos médicos. De paso un saludo al pediatra de mis hijos, Diego; “que si es un buen pediatra”.
Haciendo un paralelo con lo anterior, nuestro pediatra no estuvo a la altura. No hubo resiliencia, contención ni estrategia. No hablo con el diario del lunes ni mucho menos, solo expongo la realidad. Todos y cada uno de nosotros tuvo que “sobrevivir” al 2020 y en mayor o menor medida se logró. La educación NO.
Quiero citar con fechas algunas declaraciones:
4/6/20: “hasta que haya vacuna sistema dual” (presencial y virtual)
9/8/20: “llevará 2 o 3 años reorganizar el sistema educactivo”
2/12/20: “el 1 de marzo empiezan las clases en las provincias”
4/12/20: “la vacuna no es condición indispensable para volver a clases”
14/1/21: “con un sistema organizado es posible un regreso presencial”
18/1/21: “no existe infraestructura que permita la presencialidad absoluta”.
Quien fuera elegido para liderar el Ministerio de Educación de la Nación, no tuvo hasta el momento una sola idea o proyecto de lo que será la educación de nuestros hijos a partir de ahora. Todas las declaraciones mencionadas hablan de una persona que no tiene una planificación, una estrategia o siquiera una idea de lo que puede hacer.
Tenemos en el Ministerio, un grupo de personas, con sueldos exquisitos, que van detrás de lo que pasa, tapando huecos y dejando correr los meses de sus mandatos mientras los docentes, padres y los chicos seguimos con la misma incertidumbre que en marzo de 2020.
Háganse cargo.
Por Adrián Rivera – Profesor y Consejero Escolar de Tigre.
