“Una bandera gloriosa como su creador”

En esto tiempos que nos toca vivir, done la política y los políticos están desprestigiados, cuando todo parece lo mismo de malo, de incapaz, de corrupto; hallar de alguien como Manuel Belgrano es como un respiro del alma.

Que decir de El que no sepamos, que no admiremos?
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, nació el 3 de junio 1770, en Buenos aires, cuando todavía pertenecíamos al Virreinato del Perú, sus primeros estudios fueron en el Colegio de San Carlos en Buenos Aires y luego en la Universidad de Valladolid y en la de Salamanca. Se formó en una Europa agitada por las “Nuevas Ideas” de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, John Locke, que darían origen a la Revolución Francesa 1789; esas “Nuevas Ideas” que trajo a Buenos Aires y guiaron su vida.
Ideas de Libertad, Independencia, Educación, Solidaridad, Soberanía Popular, División de Poderes, promoción de la Industria y el Comercio…

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Todo esto que se iba moldeando en su interior salió a luz en Buenos Aires en 1810, fue uno de los ideólogos de la Revolución de Mayo, integrante nuestro primer gobierno de criollos, La Primera junta, pero a pesar de ser abogado, hombre de Letras, no dudo cuando fue necesario ponerse al frente de los ejércitos y dirigir las Campañas Militares a Paraguay y al Alto Perú.

Fue en esos momentos que vio la necesidad, no solo de darle armas a su ejército, sino de darle algo que duraría por siempre, que dejaría como símbolo a todos los hombres de buena voluntad que amen a esta tierra, Un Símbolo que nos identifique, que nos una, que al verla encontremos una razón para luchar, para levantarnos cada día y hacer lo mejor que cada uno puede, un emblema que diga que dentro de cada habitante, de cada ciudadano, hay una historia, un pasado, una lengua, una religión que nos hermana, que nos pide que Juntos seamos constructores de algo valioso, de un país en el cual valga la pena vivir.

Creo sinceramente, que este gran Hombre, tenia en su mente y en su corazón estos y muchos mas sentimientos de Amor y Entrega a este país naciente, cuando el 27 de febrero de 1812, hace doscientos diez años, reunió a sus tropas a orillas del Rio Paraná, frente a las Baterías Libertad e Independencia y les presentó una Bandera, Nuestra Bandera, para que fuera el símbolo que guiara, no solo las tropas en la batalla, sino a un pueblo hacia su destino.

Y así, desobedeciendo las ordenes del Primer Triunvirato marcho con Nuestra Bandera hacia el Norte. No fue fácil, sin recursos, sin ejercito formado y ni entrenado, enfermo; recibe ordenes de abandonar el Norte y replegarse hasta Tucumán, vuelve a no acatar esas ordenes porque era un hombre de principios, fiel a si mismo y a un pueblo que lo respetaba. Presento batalla en Tucumán y triunfo; persiguió a los realistas hasta salta y ¡Triunfó! Y entró en el Alto Perú donde fue detenido por un mejor ejercito poderoso y mejor equipado; pero es gracias a Manuel Belgrano que esas provincias del norte, que tanto amamos, hoy integren Nuestro Territorio Argentino

Cuanta entrega, cuanta convicción y responsabilidad, cuanto amor por lo que se hace; Gracias Señor General, Político, Militar, Periodista, Economista, Pensador, Hombre, Ejemplo.

Después de todo esto podríamos pensar que se le rindieron grandes honores, pero No, enfermo de hidropesía fue traído engrillado (preso acusado de no obedecer órdenes) a Buenos aires donde fallece el 20 de junio de 1820.

Sin dinero, habiendo nacido de una familia rica, sin dinero, por haber donado sus sueldos para la construcción de cuatro escuelas y bibliotecas en el norte argentino, y habiendo dado todo de si le paga a su médico con lo único que le quedaba… su reloj.

Su hermano espera 3 días para sepultarlo, considerando que se le rendirían los honores que merecía; … pero el país, …la Provincia estaba tan confundida que no se sabia quien era el gobernador, razón por la cual, en silencio, sin ruidos, ni discursos, acompañados solo por sus allegados, fue sepultado en la entrada de la iglesia de Santo Domingo en un lugar donde el pueblo pise todos los días y pueda rezar por el según su propia voluntad, la lápida fue un mármol extraído de un mueble de su casa.

Decía al comienzo, la profunda decepción que muchos argentinos sienten respecto a los políticos de hoy.
Fijando ahora la mirada, en este político y muchos otros a lo largo de nuestra historia, no podemos dejar de tener esperanza, de mirar con ojos de Fe, como El miraba; de hacer todo lo posible, de comprometernos en ser los mejores allí donde sea que nos haya tocado estar.

Y quizás, así, Juntos, encontremos el camino y aparezcan muchos Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano en nuestra querida Patria Argentina cobijada por Esta Bandera que Él nos regaló.
Dios lo tenga en Su Gloria y Bendiga al Pueblo Argentino Hoy y Siempre !!!

Por Ana María Ramos Fernández Costa – Presidente Bloque Juntos Tigre