Un país pintado de verde

Nos toca vivir esta revolución feminista de la que los hombres no somos protagonistas y nos alegra que así sea.

Como jóvenes, tenemos la suerte de haber nacido en una época en donde dudar de todo lo que conocemos y damos por cierto, esta mas que permitido. Y este despertar colectivo, que logro sacar a tantos y tantas jóvenes a la calle, es obra y producto de ellas. Quienes nos enseñan todos los días lo valioso que es luchar por lo que uno quiere y anhela. Quienes nos enseñaron que los derechos se conquistan con sacrificio, esfuerzo, valentía, perseverancia, pasión y lamentablemente paciencia para explicarles a quienes se niegan a abrir los ojos. Fueron ellas, las mujeres, quienes nos enseñaron el verdadero significado de la igualdad, la equidad, la justicia y la libertad.

En el siglo XXI, los y las jóvenes nos criamos en una sociedad en donde cuestionarse las normas establecidas se volvió costumbre.
La penalización del aborto por ejemplo, es una medida cruel e ineficiente; no solo no se aplica, sino que pena a una mujer desesperada y sin opciones. Seguir usando el derecho penal, no sirvió ni para proteger los derechos de las mujeres ni los derechos gestacionales. Lo único que hizo hasta ahora la penalización, fue volver exclusivo el aborto seguro para quienes pueden pagarlo e inaccesible para las que menos tienen. Y son estas ultimas quienes acuden a métodos peligrosos e inseguros en el mercado clandestino que atenta contra su vida.
Hace exactamente un año y con solo 18 años de edad nos toco exponer en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, nuestra opinión sobre este tema. Fuimos muy pocos los jóvenes que tuvimos esa oportunidad y por eso es que sentíamos que pesaba sobre nosotros una enorme responsabilidad; ser la voz de los y las jóvenes. Pudimos adoptar un rol activo en la construcción de nuestra sociedad y creemos que nuestra perspectiva es importante dentro de la toma de decisiones institucionales. La juventud así lo demostró: fuimos protagonistas en las calles, en las escuelas y universidades. Con frío, lluvia, cantos y bailes, ahí estuvimos para mostrar nuestra posición de manera contundente.
Un año después, millones de hombres y sobre todo mujeres salieron nuevamente a las calles con sus pañuelos verdes, acompañando el re-lanzamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que el año pasado obtuvo media sanción en la cámara de diputados. Lamentablemente muchos senadores se negaron a abrir los ojos y la ley no logro salir.
Paula, una compañera que estuvo ayer en la marcha nos dejo un testimonio de lo que sintió:
“No sabía lo que me iba a encontrar al ser mi primera vez en una marcha, fui con mucha ansiedad por saber lo que era, que se sentía. Tenía varias cuadras hasta el congreso, las cuadras más largas que caminé, pero puedo decir que todas esas cuadras, las camine con orgullo, a la par de miles de mujeres que iban a luchar por lo mismo que yo, nuestros derechos y por los de todas aquellas que hoy ya no están. Ya ahí en el congreso, el ambiente se volvió mucho más amigable. Me sentí contenida, y sobre todo segura. Un espacio así, para las mujeres, a veces es difícil de encontrar”
Paso un año y seguimos pidiendo y luchando por lo mismo. Queremos vivir en una Argentina segura. Una Argentina en la que la maternidad sea fruto de la libertad, sea un deseo y no una pesadilla o una imposición del estado. Queremos recibir educación sexual integral de calidad sin importar de que clase social venimos. Queremos ponerle fin al mercado clandestino. Queremos menos muertes maternas que se podrían evitar. Y queremos, poder decidir sin miedo.
Nuestro lucha esta mas viva que nunca. Este año, esperamos que quienes tengan la decisión en sus manos, asuman el compromiso de representarnos y acepten la realidad de una sociedad que está sufriendo. De nuestro lado, quienes militamos en la calle el aborto todos los días, lo seguiremos haciendo. Hasta darle una respuesta a las mujeres que siguen escondidas en la clandestinidad. Hasta darle una respuesta a las mujeres que ya no están”.
HASTA QUE SEA LEY….
Testimonio de Paula Hernandez.
Felipe Baldonado y Sebastian Rovira
Referentes de la Juventud del Frente Renovador.

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