“Nuestros patriotas están revestidos de pasiones”, decía Manuel Belgrano, que demostró con el cuerpo lo que escribió con la pluma. El 20 de junio es el día de la Bandera Argentina, pero -como muchas veces pasa en Argentina- la fecha es la de la muerte de su creador.
Es preciso recordarlo, porque por la situación que estamos viviendo no se podrán llevar a cabo los homenajes a la altura de la circunstancia: hoy se cumplen 200 años de la muerte de Manuel Belgrano. El pasado 3 de junio, 250 de su nacimiento. El año belgraniano está atravesado por preocupaciones sobre nuestro presente y por incertidumbres sobre el futuro, una tensión intelectual en la que vivió, como pocos otros hombres del Río de la Plata, el gran Manuel Belgrano.
Por eso, quizá sea un buen ejercicio volver a sus ideas, revisar su pensamiento, mirarnos en ese hombre al que ningún sacrificio le fue esquivo. Con la profundidad de quien abrazó las ciencias, con el coraje de un General de batallas, con la libertad en el horizonte, Belgrano nos dijo que el miedo sólo sirve para perderlo todo. Y, con la irreverencia de las causas urgentes, no esperó la autorización del gobierno y el 27 de febrero de 1812 le encomendó a Cosme Maciel que izara, por primera vez, la enseña patria.
En ese gesto, y en tantos otros, Belgrano estaba fundando, mientras hacía, decidía, dudaba, debatía y peleaba, un país. Eso que hoy somos nosotros y, también, lo que podemos ser. Por eso, y porque debemos proponernos siempre estar a la altura de Belgrano, cuidemos con fervor a este país.
Vivamos este día lo más juntos que podamos. Ya que no físicamente, hagámoslo unidos en la admiración a un hombre extraordinario de nuestra historia, a un patriota al que le debemos tanto. Seguramente, es el homenaje que más le hubiera gustado.
Por Maximiliano Abad – Jefe del bloque de Diputados de Juntos por el Cambio – Provincia de Buenos Aires
