Este sábado, 1 de mayo, se celebra el Día del Trabajo en prácticamente todo el mundo.
Los orígenes del Día Internacional de los Trabajadores se remontan al año 1886, en Estados Unidos. En esa época los trabajadores iniciaron una lucha para reducir la jornada laboral a 8 horas. El único límite que existía era el no hacer trabajar a una persona más de 18 horas sin causa justificada.
Tras varios días de huelga, el 4 de mayo se convocó a una concentración en la plaza de Haymarket. Ese día un artefacto explotó en la plaza, resultando muerto un policía. Hubo muchos detenidos, de los cuáles cinco de ellos fueron condenados a la horca: tres periodistas, un tipógrafo y un carpintero. Se los conoce como “los mártires de Chicago”.
Algunos de los derechos laborales conquistados a partir de aquel hito histórico son:
- Reducción de la jornada laboral a 8 horas.
- Seguridad Social para los trabajadores: Seguro contra Enfermedades, Accidentes de Trabajo, Invalidez y Vejez.
- Igualdad salarial.
- Derecho al salario mínimo.
- Disfrute de vacaciones.
- Bonificaciones.
- Pago de días festivos.
- Derecho a la Asociación Sindical.
- Derecho a la huelga.
Hoy, 135 años después en nuestro país no hay nada para celebrar.
Atravesados por una pandemia mundial nuestra tasa de desempleo trepó al 11% a nivel nacional, alcanzando en algunos ciudades de la Provincia de Buenos Aires al 40%.
Desesperante tragedia social que golpea a las familias argentinas.
Millones de argentinos no quieren vivir de subsidios que se han multiplicado por miles ,piden y se merecen poder conseguir y mantener un trabajo digno , merecen poder llevar el pan diario a sus casas, merecen poder progresar en base al esfuerzo personal y la superación constante.
El trabajo es un derecho consagrado en la Constitución Nacional, que cada argentino tenga la posibilidad de ejercer ese derecho nos hará una Nación más libre, equitativa y soberana.
Por Susana Lazzari, Diputada Provincial JxC
