Un Día de la Madre diferente

En nuestro país, se celebra el día de la Madre el tercer domingo de octubre y se suele festejar reuniéndose en familia y con algún presente hacia ella.

Las madres y las que no lo han sido, pero han ocupado ese lugar en el crecimiento de los niños, serán un referente para toda la vida; ya que determinara distintos aspectos emocionales.

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Desde antes del nacimiento, la madre establece una relación con el embarazo, hay sueños, ilusiones, se imaginan como será ese niño, a quien se parecerá, etc.

Después de su nacimiento cumple el rol de estructurar su psiquismo, ya que el bebe nace y depende absolutamente de ella, física y emocionalmente. No solo se trata de alimentarlo sino también de mimarlo, escucharlo en su llanto, mirarlo, acariciarlo y hablarle ya que reconocen la voz desde muy temprana edad.

Este vínculo con la madre modelará los demás vínculos en la vida, las distintas conductas en los distintos ámbitos de la vida se verán influenciados por él. El bebe verá el mundo a través de cómo lo ve ella, si puede trasmitirle seguridad y confianza, podrá hacer uso de ellas en el futuro.

Algunos de los recuerdos más comunes que aparecen de la niñez seguramente se relacionan con las ricas comidas caseras, tal vez un poco a las apuradas por los horarios de trabajo, o la ayuda en las tareas, los paseos en la plaza. Ya de adolescentes los recuerdos se enlazan con el –Llama cuando llegas o el –No vengas tarde. Así como el -Estudia, no seas haragán. Seguramente en esos momentos la sensación era de fastidio, pero con el paso de los años y al volvernos adultos lo recordamos con cariño, porque nos damos cuenta de que solo quería cuidarnos.

Justo ahora con la pandemia y el riesgo de contagio, es cuando más tenemos que cuidarlas a ellas, y más si se trata de personas de riesgo. Celebremos, pero con todos los recaudos necesarios para celebrar muchos años más. Utilicemos si es necesaria la distancia física, ya que en este caso es amor, y no nos olvidemos que esto no significa ausencia, ni distancia afectiva.

Este es un año especial, pero no implica que no podamos encontrar la manera de pasarlo lo mejor posible. ¡Ahora seamos los hijos los que cuidamos a nuestras madres!

Por Lic. Débora González – Psicóloga. UBA – M P:93209.