Por Cesar “Tuta” Torres*
Hoy se cumplen 206 años de aquella extraodinaria jornada del 9 de julio, donde un grupo de patriotas, representantes de cada una de las Provincias Unidas del Río de la La Plata, se reunió en el Congreso de Tucumán y echó las bases políticas y jurídicas de la que casi medio siglo más tarde se consolidaría como República Argentina.
Aquellos congresales unidos por el mismo anhelo de soberanía y libertad, informaban al mundo que esta unidad territorial ubicada en Sudamérica, declaraba la Independencia de la monarquía española y de toda otra dominación extranjera.
En esta dolorosa actualidad que transcurre nuestra Argentina aparece como un mandato irrenunciable para la dirigencia de hoy, mirarse al espejo de quienes pudieron dar prioridad a aquello q los unía, como fue alcanzar el sueño independista, antes que la adhesión fervorsa a sus diferentes principios ideológicos y filosóficos.
Esa convergencia patriótica entre liberales, nacionalistas y clérigos con admiradores del incipiente progresismo europeo y hasta con algún nostálgico por recrear un estado monárquico local, no impidió que suscribieran un acuerdo cuya trascendencia cobró materialidad casi medio después, al alcanzarse la Organización Nacional.
Más de dos siglos después aquella Argentina floreciente, que entre 1880 y1930 era vista como un destino añorado por los miles de inmigrantes que poblaron nuestra vasta geografía, hoy se debate en la necesidad de volver a las fuentes que la hicieron una Nación próspera, donde se conjugaron la riqueza de sus recursos con la capacidad de trabajo y la voluntad de esfuerzo de aquellas legiones de nuevos residentes
Entre tanto desasosiego y frustración actual, pensar y repensar el país actual nos permite partir de una certeza esencial para poner todos nuestros esfuerzos en enderezar el rumbo económico y social: el 70 por ciento de los argentinos queremos reconstruir otro país.
Nos une el deseo mayoritario de refundarlo para devolverle esa grandeza que construyeron nuestros antecesores y que, lejos de expulsar a los miles de jóvenes que no ven un futuro posible en el país de sus padres, sepan que si nos unimos inspirados en los mismos sueños de aquellos congresistas de 1816 podremos volver a edificar una Argentina que merezca ser vivida..
*Cesar “Tuta” Torres – Subsecretario de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires