Un 8M particular; La militancia feminista puesta al servicio del Estado

Hoy contamos con el Ministerio de Mujeres en Nación, en la Provincia de Bs. As., se multiplican las Subsecretarías y las Direcciones en cada territorio. El feminismo y las diversidades estamos en agenda, ya no hay vuelta atrás, como decía Evita: “No hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”.

Se siente en la calle; movilizaciones, asambleas, encuentro de mujeres desbordados,  protocolos para casos de violencia , debates abiertos… El movimiento feminista logró instalar en el aquí y ahora los planteos necesarios para reconstruir una sociedad que repiense los roles, los vínculos, las tareas de cuidado, la soberanía de los cuerpos, nuestra libertad.

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Vinimos a poner en eje la responsabilidad colectiva para salir adelante con una estrategia que nos permita romper el piso de desigualdad, que provoca problemáticas sociales en todas sus dimensiones, la más urgente; la violencia y los femicidios, y pone en jaque al entramado social que permite esa brecha.

También merece un párrafo aparte la interpelación a la juventud, que grita del cansancio, que genera alternativas a vínculos violentos y desiguales, que pone a la mujer y a las diversidades como sujetos históricos, y los varones más jóvenes comienzan a repensar sus privilegios.

Cuando comenzamos a visibilizar la problemática central podemos evaluar estrategias a largo plazo, que logren revertir este estado de situación. Hoy el compromiso se fortalece con la presencia de  la militancia feminista en espacios de proyectar y ejecutar políticas públicas. Con la responsabilidad que esto infiere, lograr un Estado que brinde respuestas, un Estado de bienestar que garantice los derechos de una vida plena sin violencias, los derechos a la salud, educación, seguridad social, el cuidado como responsabilidad colectiva, que trabaje transversalmente la política de género y articule con todos los poderes: el legislativo, el judicial, el ejecutivo y el cuarto poder, que no debe ser otro que el poder del pueblo. De allí venimos de las organizaciones libres del pueblo con miles de patriotas que volvieron a creer en la política, venimos de organizaciones políticas y territoriales que fuimos protagonistas de este movimiento que se plantó desde el feminismo poniendo en discusión al patriarcado y al capitalismo.

Hoy nos fortalecemos para ser parte de esta etapa que se abre, para trasladar desde la experiencia y el trabajo territorial al Estado, permitiéndonos aportar a la construcción de una sociedad justa libre y soberana.

Por Natalia Reynoso – Militante del Peronismo 26 de Julio. Subsecretaria de mujeres, políticas de géneros y diversidades del Municipio de Tigre.