Un 25 de mayo liberal, sin sofismas

Por Hernán Sardella*

El 25 de mayo es una fecha cargada de significado histórico y emocional para los argentinos. Conmemoramos el día en que, en 1810, un grupo de valientes patriotas inició el camino hacia la independencia de España, sentando las bases para la creación de nuestra nación. Más allá de los desfiles y celebraciones, esta efeméride nos ofrece una valiosa oportunidad para reflexionar sobre la identidad nacional y el papel fundamental que desempeñan los políticos en su construcción y fortalecimiento.

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La identidad nacional es una construcción colectiva que se nutre de nuestra historia, cultura y valores compartidos. Es un sentido de pertenencia que une a los ciudadanos en un proyecto común. En este contexto, los políticos tienen una responsabilidad crucial: son los guardianes de esa identidad y los encargados de proyectarla hacia el futuro.

En tiempos donde la desconfianza hacia las instituciones y los líderes es palpable, el 25 de mayo nos recuerda que el liderazgo político debe estar basado en principios de honestidad, transparencia y vocación de servicio. Los políticos no solo deben gestionar lo público con eficacia, sino también inspirar y cohesionar a la sociedad alrededor de los valores que nos definen como nación.

La Revolución de Mayo fue un acto de valentía y visión. Hoy, más que nunca, necesitamos que nuestros líderes se alineen con ese espíritu, trabajando incansablemente para mejorar la vida de todos los ciudadanos. Deben ser capaces de escuchar, comprender y actuar en beneficio del bien común, fortaleciendo la confianza y el sentido de pertenencia.

Los ciudadanos, por su parte, también tienen un rol esencial. La identidad nacional se enriquece y se fortalece con la participación activa y el compromiso de todos. Vigilar y exigir a nuestros representantes, involucrarse en la vida política y defender los valores democráticos son acciones necesarias para mantener viva la llama de aquel 25 de mayo de 1810.

En conclusión, el 25 de mayo es más que una fecha histórica; es un recordatorio de nuestra capacidad para construir un futuro mejor a partir de los ideales que nos dieron origen. Es una invitación a reflexionar sobre el rol de los políticos en la búsqueda de nuestra identidad nacional y a renovar nuestro compromiso con los valores que nos unen como argentinos.

*Lic. Hernán Sardella – Ex candidato a intendente de San Martín- LLA