TIGRE no existe

Lengua única y lenguas enemigas

Al principio, no había más que varias lenguas. Los objetos, las cosas, los sentimientos, los animales, los colores, los sueños, las cartas, estaban en esas lenguas.

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No se podía imaginar que pudiera existir una sola lengua, que un ser humano pudiera pronunciar una palabra que yo no comprendiera. Tigre existía, Yaguareté no.

Decían que los otros, instalados en el adentro del pueblo, hablaban una sola lengua. Yo pensaba que aquella era una lengua de verdad, una lengua inventada que únicamente hablaban entre administradores, militares y policía.

Un día, vi el escudo oficial del municipio y dije “esto no es TIGRE”. aquella burocracia repite hábitos de ignorancia. Ahí vi a “un animal feroz” y no era TIGRE. Hasta 1952 quedo claro que “TIGRE” era una bestia de circo, exótica y luminosa entre elefantes y jirafas prisioneros. Poner TIGRE al lugar donde habitamos era una manera de adoctrinar a los jóvenes y niños, ahogando la cultura y naturalezas propias de nuestro lugar por una imagen “potente” atada con fraseología carcelaria y represiva. En la nominación se impuso una lengua a favor de los hilos de la conquista europea.  Ahogaron la Reconquista, el Guazú Nambí y lo propio y así apareció un TIGRE, imaginario y parcelado.

Hoy, todavía ese Tigre no existe. Y nosotros, ya grandes y ciudadanos, heredamos una convención sobre la base de un grave error. ¿una mentira? ¿una fábula?

Una ciudad titulada por un nombre que carece del hecho que lo fundamente. Solo similitud y malentendido. ¿En 1952 fallo la visión y la lectura de la realidad? No, el Yaguareté, está en el escudo oficial de testimonio. Se veía y distinguía diferente y real.

Hoy, el titulo TIGRE impone a los hechos lo que estos contradicen de una y mil maneras: No hay tigre, es Yaguareté y vive.

La crónica dice que se dio un marco de condicionamiento   cultural político para la creación de “TIGRE” como frase de identidad para una voluntad fundadora que en el mismo acto de encubrir la nominación del “municipio de las Conchas” se descubría a si mismo falso. Las Conchas es el territorio mismo con sus orillas de ríos y arroyos. Y TIGRE, por estos lados, una fábula de un tiempo distorsionado

TIGRE, es un animal de origen asiático y por estos lados de carromato de circo, pero cubrió, con su imagen el “vacío” de las Conchas y poner en marcha los intereses económicos en juego de la época.

TIGRE, existe exclusivamente en su grafía mayúscula, desmesurada, un ideal surgido de complicados sueños de ausencias. Se sostiene en una leyenda suburbana: un TIGRE muerto, útil para evitar una cultura originaria y emancipatoria a descifrar y descubrir. Negación del “animal feroz” para protegerse del miedo, del desconcierto, de la inundación de las propias certezas ante la presencia de pueblos originarios y otros modos e historias.

En 1952 no era indiferencia y menos ignorancia u oscurantismo político que justifica el “error” de TIGRE.  El vecino y artista plástico Juan Carlos Moretti hizo el escudo oficial del partido, aún lo es, y representó en el mismo “todos los elementos fundantes del lugar”. La versión original es “una obra realizada directamente a cincel sobre chapa de bronce”
Es un escudo dividido en 3 campos: El superior “muestra al yaguareté, animal que abundaba en la región, a los árboles que rodean el río representando la fertilidad del suelo, que origina una de las principales riquezas del lugar”.

El segundo campo, muestra “fábricas y herramientas que son patrimonio del hombre de bien, iluminadas por el sol naciente como símbolo de prosperidad que corona el esfuerzo”.
En el tercer campo se ve una gran variedad de frutos que “representa la abundancia de los mismos”.
El TIGRE no existe.  Y el Yaguareté vive y avanza por el rizoma de los lirios, los arroyos, la Sudestada y la cultura. El Yaguareté en guaraní significa: “auténtica fiera”.

Por Ricardo Arias  – Alba Fiorito – Agrupación Sudeste. Navidad 2021