La política es un arte que Juan Domingo Perón desarrolló como ninguno. Él logró sintetizar y liderar un esquema teórico: El Justicialismo y convertirlo en realidad: “Mejor que decir es hacer”. El arte del hacer político dice Perón en Conducción Política: “No radica en concebir la idea, sino en realizarla” (lo dice mirándote fijo mientras te tira un guiño con su ojo izquierdo).
Perón logró llegar a otras generaciones con su legado, las conquistas colectivas que él instauró. Logró sintetizar su tiempo e inaugurar un nuevo tiempo al torcer el rumbo de la historia a favor del pueblo y la independencia económica. Qué es el 17 de octubre, sino el hecho político perfecto. Un acontecimiento colectivo único en el mundo que vino a parar el tiempo histórico para abrir un nuevo tiempo de manera sincronizada entre el pueblo y su líder. Eso es Perón, el hombre que supo entender la historia y convertirla en presente de grandeza y felicidad popular.
Pero Perón es también legado, siendo consciente de los avatares de la política y la finitud de la vida humana. Ante esto, “La organización vence al tiempo”. Nuevamente el tiempo, ya no el tiempo de Perón sino otro tiempo, el caudaloso e indescifrable tiempo futuro que nos acecha como viento huracanado y amenaza con destruir las conquistas en el futuro: “el futuro nos encontrará unidos o dominados”. Perón es fundamentalmente legado, es experiencia que ilumina como faro el futuro, es legado porque consciente de los tiempos nos plantea la necesidad de la organización para la lucha política y organizarnos para vencer.
Pero si la política y Perón es tiempo, legado y vencer es porque también la política es acechada por la muerte y esa es la contracara de nuestro movimiento. La violencia dirigida hacia nuestros líderes el “viva el cáncer”, la violencia contra nuestro pueblo, la muerte sistemática en forma de bombardeos, de fusilados, de centros clandestinos de detención y desapariciones forzada. Toda la artillería con la que los centros de poder dominante quisieron matar a Perón y a su legado.
Sin embargo, no nos han vencido. Los que heredamos a Perón y Evita y las conquistas del pueblo, conocimos a Néstor y Cristina, que inauguraron un nuevo tiempo de la historia, cuando parecía que era el fin de la política. No dejaron sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada, vinieron a transformarlo todo y a proponernos un sueño: el de hacer una patria más justa y soberana y fueron coherentes en su hacer político.
El movimiento peronista se encuentra en movimiento (si me permiten la redundancia), en refundación con nuevos sentidos y desafíos por delante. Nunca los y las peronistas, tuvimos pequeños desafíos, nunca la tarea fue fácil o los enemigos fueron chicos, al contrario. Perón, Evita, Néstor y Cristina, siempre tuvieron enfrente a los sectores más poderosos, al pequeño porcentaje que concentra las grandes riquezas del país y que por tal motivo, se creen los dueños de los destinos de la Patria. Vamos a refundar la herramienta del partido peronista, con Máximo Kirchner en la conducción del PJ bonaerense, con los gremios, las y los trabajadores, la fuerza de las juventudes y las diversas formas de militancias que expresan la doctrina peronista.
Pese a la muerte, está Perón y la doctrina peronista que vence el tiempo, para inaugurar un nuevo tiempo. Ese tiempo está en nuestras manos. Hay legado y organización para vencer.
Por María Flor Rubinich – Vice Presidenta del PJ San Fernando
