Tarjeta Alimentaria con Valor Agregado

La presencia de Daniel Arroyo junto a Julio Zamora dando comienzo a esta iniciativa nacional es un auspicioso comienzo.

Cuando existe una decisión cierta y concreta de una política social que apunta a garantizar la seguridad alimentaria de nuestros vecinos, claramente hay que acompañar. Esto debería ser prioridad en cualquier gobierno sea del color que sea ya que dar batalla al hambre en nuestro país, está en la primer página de cualquier agenda política, están quien lee bien y quién no lee.

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Una política social de un gobierno nacional debe ser acompañada del valor agregado que le puede aportar la provincia y los municipios. Estos últimos viven la problemática particular de cada región, y es ahí donde se puede generar la diferencia, potenciando los resultados que la tarjeta alimentaria por si sola genera en la mesa de nuestros vecinos.

Está medida aporta entre $4000 y $6000 según corresponda a la economía doméstica, y está claro que es un muchísimo para quien no tiene casi nada o nada. Ahora bien, localmente no nos podemos quedar con los resultados que la tarjeta alimentaria otorga por si misma, y es donde tenemos que estar presentes.

Desde la implementación de esta medida, las grandes cadenas de supermercados han incrementado su facturación en un 120% en promedio aproximadamente en los rubros verdulería y carnicería.

Es imprescindible que localmente facilitemos herramientas a nuestros comercios locales y generar ofertas atractivas que logren reactivar la economía local, lo que transitivamente colaborará con la generación de empleo genuino. El diálogo continuo, sostenido y constructivo con empresas, pymes y comerciantes locales son la base del crecimiento económico en la región, los que ciertamente pueden dar ese valor agregado a cualquier iniciativa nacional.

Por Juan Manuel Laborde Rodriguez – Candidato a intendente 2019 por Consenso Federal