Sobre la No Violencia hacia las mujeres y disidencias. Por una sociedad más justa e inclusiva

Una aclaración a quien lea este texto: si ud querido/a  lector/a siente algún tipo de aversión, o molestia por el uso del lenguaje inclusivo (aquel que incluye a las diversidades y modos de ser y expresarse de la humanidad), trate de relajarse y déjese llevar por el devenir de las palabras.

Con las palabras nombramos el mundo, y hoy 25 de noviembre queremos nombrar un mundo que incluya, que iguale y que permita a las mujeres y diversidades ser nombrada/o y porqué no, nombrades. Si aún así, le sigue molestando el uso de la E para nombrar a todEs, imagine ud, lo que nos duele a nosotres las violencias que se ejercen a diario hacia las mujeres y disidencias.  Hecha la salvedad, seguimos.

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El 25 de Noviembre se conmemora en todo el mundo, el día de la No Violencia hacia las mujeres, nosotres agregamos, hacia las Mujeres y Disidencias. Hace 60 años Patria, Minerva y María Teresa, las hermanas Mirabal, fueron asesinadas en República Dominicana por la dictadura de Trujillo. Asesinadas brutalmente con la saña que ejerce el patriarcado hacia las mujeres y disidencias, con la misma saña que tienen las dictaduras hacia les militantes políticos. Asesinadas por ser mujeres y militantes, por su oposición a la dictadura y levantar las banderas de la igualdad. Desde 1999, se declara este día como un día de activismo para sensibilizar sobre la problemática de la violencia de géneros.

En este día, y solo por la imposibilidad de escribir y de decir todo lo que hay para expresar, me parece importante (solo a modo de recorte) decir lo siguiente: la erradicación de las violencias hacia las mujeres (y disidencias) solo es posible si existe la voluntad política de trabajar a diario para ello. Nada más (ni nada menos) que esto. Que cada una de las áreas del Estado, de las políticas que se diseñen, de las leyes y presupuestos que se asignen, sean con perspectiva de géneros. Amén.

¿Y qué es la perspectiva de géneros? es la posibilidad de ver el mundo con una mirada que tienda a nivelar, a proteger y promover a las mujeres y disidencias. Sobre todo y de manera urgente, cuando sabemos que las crisis y ajustes económicos afectan y empobrecen a los sectores más empobrecidos y afectados: las mujeres, disidencias y niñes pertenecientes a los sectores populares.

En todo el mundo, la pandemia generó una crisis social y restricción de la economía a una escala impensada. Todos los PBI tanto de las grandes potencias, como de los países en vías de desarrollo, se encuentran atravesando fuertes caídas. En el escenario regional y local, se suma el agravamiento de los años anteriores sin crecimiento y con restricción de la economía, de la mano de los “mejores equipos de los últimos 50 años”, los Nóveles de la Economía, Los Bolsonaro, Los Piñera, Los Macri, el gobierno inconstitucional de Añez en Bolivia; ejemplos de la implementación de saqueos y de políticas neoliberales centradas en el endeudamiento y ajustes económicos. Entre 2018 y 2019 la caída del PBI fue de 2,5% anual, la inflación interanual de 2019 fue de 53,8%, la más alta en casi tres décadas.

En este contexto, las mujeres y disidencias son quienes sufren los mayores niveles de desempleo y precarización laboral. En la Argentina, la brecha de ingresos es de 27,7% y aumenta cuando se trata de trabajos informales, alcanzando el 36,8%. Estas diferencias se ven reforzadas por una asimétrica distribución de las tareas domésticas y de cuidados no remunerados: las mujeres dedican 3 veces más de tiempo a estas labores que los varones. Ganan, en promedio, un 29% menos que sus pares varones, brecha que se amplía para las asalariadas informales, alcanzando un 35,6%. Además de tener peores salarios en general, las mujeres enfrentan mayores niveles de informalidad (36% versus 34,2%) y mayores niveles de desocupación (10,8% versus 8,9%) que los varones.

El gobierno de Alberto Fernandez lleva tres meses de gestión sin pandemia y ocho meses de gestión con pandemia. En estos once meses la gestión ha demostrado la clara decisión política de implementar políticas públicas con perspectiva de género que, como dije antes, es la única forma de nivelar, proteger y promover a las mujeres y disidencias. Algunos ejemplos son:

  • El IFE: Las mujeres representan el 55,7% de las personas beneficiarias y el 61,5% de quienes reciben el IFE tienen entre 18 y 34 años. La reglamentación del IFE establece que la prioridad de cobro en un grupo familiar donde distintos miembros hayan solicitado el IFE será de la mujer.
  • Bonos complementarios a la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación Universal por Embarazo (AUE). El 94,7% de los y las titulares de AUH son mujeres.
  • Tarjeta Alimentar y refuerzo, el 69,0% de quienes integran el decil más bajo son mujeres; esto sumado a que el el 94,7% de las personas titulares de AUH son mujeres.
  • Reperfilamientos de la deuda con ANSES, casi el 80% de las personas titulares de AUH, en su mayoría mujeres, contrajeron deuda con ANSES.
  • El Programa Potenciar Trabajo, destinado a incluir a mujeres y diversidades en situación de violencia de género, en el Trabajo.

A estas medidas de reparación económica hacia las mujeres y disidencias, se suman la creación del Ministerio Nacional de Salud, con la posibilidad de priorizar y reforzar el Sistema público de Salud, el tratamiento del Proyecto de la Ley de ILE, la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (que lo festejamos más que el gol de Maradona a los ingleses).

Las estadísticas, los aumentos de los números de femicidios, de denuncias por violencia de género, la cantidad de llamados a las líneas 144, nos indican que es urgente, seguir en el camino de la profundización de la implementación de políticas públicas tendientes a la erradicación de la violencia de géneros. Este camino que hoy se inscribe en Políticas Públicas, en Políticas de Estado tendientes a nivelar, es fundamental para seguir ampliando derechos.

La capacidad de nombrar el mundo nos permite habitarlo. La capacidad de nombrarnos, de dar lugar a nuestras miradas, sentires, derechos es salir del silencio que habilita la violencia. Por eso decimos nuestra palabra, por eso no nos callamos, por eso nos apoyamos, porque la lucha por erradicar la violencia hacia las mujeres y disidencias,  no es solo una bandera del colectivo feminista. La No Violencia hacia las Mujeres y Diversidades es, fundamentalmente, la clave para generar y promover sociedades más justas e inclusivas.

Por María Flor Rubinich – Militante Política – mfrubinich@gmail.com