Sin revolucionarios no hay revolución

  • Por Lauro Grande*

Hace 214 años nuestros patriotas de la revolución de mayo comenzaron a darle forma al sueño de una Argentina libre del yugo colonial.

La historia de nuestro país nunca estuvo exenta de cipayos que intentaron por todos los medios que siguiéramos siendo colonia. El pueblo argentino dio todas las batallas para que la Argentina sea un país libre, soberano, democrático y con justicia social.

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Hablar de revolución de Mayo no es solo 1810.

Mi generación fue testigo y parte, de aquel 25 de mayo de 2003 en el que Néstor Kirchner asumió la presidencia. Ese 25 los sueños del mayo de 1810 volvieron a estar presentes. La epopeya de Néstor al sacarnos de encima al FMI (mayor símbolo del coloniaje) fue el inicio para sentir que teníamos el destino en nuestras manos. El sueño de la Patria Grande de San Martín, Bolívar, Belgrano, Moreno y tantos otros, empezaba a concretarse. Cristina profundizó y recuperamos Aerolíneas, YPF, los fondos de las AFJP para la jubilación de todas las mujeres y la Asignación Universal para todos los pibes.

Nunca estuvimos tan orgullosos de ser argentinos.

Hoy somos testigos de la infamia de Milei, quien echa por tierra siglos de luchas. Asistimos a la entrega más colosal de soberanía, algo inimaginable, sometiendo a nuestro pueblo no solo a la miseria, sino a la indignidad. El anarco colonialismo es una nueva forma de dominación, que rifa nuestros recursos al extranjero, que favorece a los grupos económicos y que reduce al Estado sólo al poder de represión.

Nuestro movimiento debe pensarse, más que nunca, parte de este pueblo glorioso, que supo batallar siempre. Somos hijos de los pueblos originarios, los caudillos federales, la organización de los trabajadores de la Patagonia Rebelde, los sindicatos de Perón y Evita, y los doce años de dignidad con Néstor y Cristina. Este pueblo que construyó soberanía donde solo había entrega e ignominia, que enfrentó las dictaduras militares con su resistencia peronista primero y con las Madres de Plaza de Mayo después, que en el 2001 se sublevó ante la década entreguista, que supo resistir al macrismo y su gobierno de CEOS.

Hoy nos toca dar la batalla contra la Ley Bases, que es la Ley Anti Argentina.

No somos un pueblo manso, somos siglos de luchas.

Con los pies en el barro, los sueños de nuestros patriotas revolucionarios en el corazón, y a paso firme en las calles, es hora de defender la Patria y construir una nueva Revolución de Mayo.

*Lauro Grande – Vicepresidente del Partido Justicialista de San Martín.