El 31 de agosto es el día Internacional de la Solidaridad y tengo la sospecha que algo impregnado de este día está en mí.
Nací un 31 de agosto. En Argentina el día Nacional de la Solidaridad se celebra hoy, 26 de agosto, y quiero expresar mi sentir sobre esta fecha imprescindible para mí.
Toda la vida sentí muy fuertemente la necesidad de servir, ayudar y asistir; el ser solidaria y no por caridad, sino por pura convicción. Siempre comprendí que ser solidaria es un acto transformador para quien recibe y para quien entrega el gesto solidario.
Desde niña tuve esta convicción, daba clases a mis vecinas jugando en un pequeño pizarrón y les pedía que traigan sus cuadernos para que hagamos juntas sus tareas; su abuela no podía pagar alguien que les enseñe, escuché una vez en una conversación que tuvieron con mi abuela.
Al trascurrir el tiempo, comencé a dar asistencia en un centro de apoyo en Las Tunas con niños y niñas de entre 2 y 5 años, allí empecé a vivenciar la violencia que sufrían las mujeres y esas infancias que venían al espacio. Eso me desarmó el alma, me abrió los ojos y me encendió la llama de este fuego interno que siento hoy en día, el de “hacer algo” para que esas situaciones cambien, que nadie sufra y así acercarnos a la felicidad que buscamos y merecemos.
Mi vida política arrancó asistiendo a mujeres que sufrían violencia de género; yendo a reuniones y entrevistas para que los dispositivos del estado las asistan con sus recursos. Pero luego de unos años de hacer acompañamientos comprendí y decidí que ese “hacer algo” tenía que ser desde la voluntad política y no desde un simple pedido de una vecina o militante.
La política es una herramienta de transformación pero también lo es la solidaridad, es por eso que cuando la política se entrelaza con la solidaridad se tejen redes que potencian las individualidades y se fortalece con la sociedad en su conjunto; y así se logra un impulso trascendental que equilibra las desigualdades e injusticias que vivimos día a día.
Es fundamental e imperioso que empecemos, desde la política, a crear lazos solidarios para lograr la transformación de nuestra sociedad y de nuestras vidas.
La política al servicio de la gente es posible si quienes hacemos política tenemos una fuerte convicción de solidaridad.
Por Milagros Baistroqui – Precandidata a Concejal en la lista 11- Otro camino – Frente Vamos como Vos Tigre