Nadie nace fuerte creo yo, la fortaleza se va forjando a medida que la vida nos enfrenta a distintas circunstancias. En muchas de nosotras la fuerza y la valentía aparecen cuando descubrimos que nuestros maridos, novios o parejas no son las personas que creíamos que eran… y la que pensabamos era una vida de amor se convierte en una vida de maltratos, gritos, amenazas, golpes…
Fuerte te hace el dolor, ese que ahoga, que quema, que incluso paraliza. Fuerte te haces cuando tus hijos lloran, cuando tienen pesadillas, cuando sienten miedo. Valiente te obliga a ser la vida para poder salir del infierno. Fuerte te haces cuando la vida de ellos y la tuya está en peligro. Nunca quise ser fuerte ni valiente, no fue una elección natural, como imagino no lo fue para tantos miles de mujeres, fuimos empujadas a serlo de la peor manera porque cuando tu vida es destruida por estos monstruos no tenes otra salida, es el horror y en muchos casos la muerte o volverte fuerte para salvarte y salvar a tus hijos y muchos te dicen, anda a la justicia, si! vamos! Una y mil veces, fiscalías, juzgados, abogados, pericias, papeles, más papeles…y? Cómo vamos a creer en una justicia justa si somos nosotras las que vivimos aterradas y son nuestros hijos los que no pueden llevar una vida normal. Y no hay alarmas, rejas ni botones de pánico que te dejen dormir una noche en paz. Lamentablemente parece que nos tenemos que acostumbrar a vivir con miedo, para nosotras, las sobrevivientes, nada vuelve a ser igual.
Es por esto que necesitamos leyes reales! Que nos protejan y pongan a estas bestias donde corresponde, en la cárcel. Hemos avanzado si, pero falta tanto y son tantas las que mueren, tantas las que no pueden escapar, tantas las que salimos adelante pero vivimos con pánico porque ellos siguen libres que NO HAY MÁS TIEMPO. Femicidas, violadores, abusadores, pedofilos.. todavía muchos de ellos, caminan por la calle a nuestro lado.
Un fiscal una vez me dijo: –“bueno se hace lo que se puede, si te hace algo más venite”
– Muerta no voy a poder venir a contarte, Fue mi respuesta
NI UNA MENOS
Por Vanina Pignata – Presidenta Ayudarnos Asociación Civil
