En agosto, las ventas minoristas de las pymes retrocedieron un 2,6% interanual a precios constantes, mientras que en la comparación con julio la caída fue del 2,2%. En lo que va del año, acumulan un crecimiento del 6,2%, mostrando una mejora respecto al mismo período del año pasado.
Según el relevamiento, el 55% de los comercios aseguró que su economía se mantuvo estable en relación al año anterior, mientras que un 35% —cinco puntos porcentuales más que en julio— indicó que empeoró. De cara al próximo año, el 49% confía en que la situación de su negocio mejorará, aunque el porcentaje de quienes creen que será peor se incrementó y alcanzó el 9%.
Las fechas comerciales, como el Día del Niño, aportaron movimiento, aunque con resultados dispares entre rubros. Predominaron las operaciones presenciales sobre las digitales y se observó una fuerte dependencia de promociones y planes de pago. La incertidumbre macroeconómica, la presión impositiva y las dificultades de financiamiento afectaron la planificación de stock, inversiones y precios, consolidando un escenario de consumo moderado y estrategias defensivas en gran parte del sector.
Por rubros, la única variación positiva interanual se registró en Farmacia (0,2%). En cambio, las caídas se concentraron en Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles (-10,4%), Perfumería (-8,9%), Textil e indumentaria (-4,8%), Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-1,9%), Alimentos y bebidas (-0,9%) y Calzado y marroquinería (-0,8%).
El informe señala que agosto estuvo marcado por factores estacionales, el impacto de las fechas comerciales y la necesidad de recurrir a financiamiento para sostener el nivel de operaciones. Las compras se concentraron en volúmenes reducidos y en productos esenciales, con un uso extendido de promociones y cuotas. El canal presencial volvió a imponerse frente al online, que tuvo una participación baja.