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Se inauguró el Nuevo Centro Comunitario y Templo Jabad de Tucumán

Se trata de un edificio de 1500 m2 realizado por el arquitecto Gustavo Napadensky y a cargo del Rabino Daniel y Miriam Levy, junto a sus hijos los rabinos Mendy y Tzipi Levy, y Ari y Bruria Levy. 

En una época donde se escucha seguido sobre el cierre de instituciones, hoy la Provincia de Tucumán tiene la dicha y el orgullo de estar estrenando un nuevo templo y centro comunitario en Lamadrid 770. 

Aprovechando la oportunidad de la mencionada inauguración y la unión de tantos líderes y voluntarios comunitarios, se extendió la propuesta a casi tres días dedicados al estudio de Torá, workshops y otras actividades especiales que le dieron lugar al llamado Congreso Universo Jabad.

Entre otros tantos invitados destacados, se contó con la presencia de Superior Rabino de Israel Rab. David Lau Shlita, el Rabino Tzvi Grunblatt, Director Nacional de Jabad Lubavitch Argentina y Sheliaj Principal del Rebe en la Argentina, la Embajadora del Estado de Israel en Argentina Sra. Galit Ronén, el Sr. Gobernador de la provincia de Tucumán Dr. Juan Manzur, y destacadas autoridades de la DAIA, AMIA, KKL, Congreso Judío Mundial y otras instituciones emblemáticas de nuestra comunidad; además de contar con la importante presencia de voluntarios y amigos de Jabad y por supuesto de varios Shlujim (enviados del Rebe) de Buenos Aires y del interior del país.

El Gran Rabino David Lau fue quien colocó la primera mezuzá en el portón del templo y realizó la bendición de la misma.

“La numeración de este lugar es nada menos que 770. El número 770 es un número muy significativo para Jabad (ya que es la numeración de la central de Jabad en NY, en 770 Eastern Parkway). El número que conseguíamos antes era 752, y nada es casualidad. La diferencia entre 752 y 770 es 18, el valor numérico de “jai-vida”. Este es el objetivo de este nuevo edificio, traer vida y alegría a la comunidad judía de Tucumán, brindando espacios con judaísmo y Torá” – comentó el Rabino Ari Levy.

El acto de apertura estuvo a cargo del Sheliaj de Tucumán, el Rabino Daniel Levy, el Gran Rabino David Lau, el presidente de Asociación Sionista Mundial, Abraham Duvedani y el Gobernador el Dr. Juan Manzur, quienes juntos realizaron el primer corte de cinta. 

Continuaron las colocaciones de mezuzot a los siguientes portones y puertas del resto de la planta baja hasta la llegada al interior de la Kehilá, cuya cinta fue cortada por los nietos del Rabino y los alumnos del curso de Bar Mitzvá a cargo del Rabino Mendy Levy.

Una placa muy especial fue la que representó a los miembros activos de la comunidad y quienes hicieron posible esta gran construcción. Sin su ayuda incondicional, su fe en Di-s y la confianza en el Rabino Levy, este gran sueño de un nuevo espacio para estudio de Torá no hubiera sido tangible.

Los presentes fueron distribuidos entre los cuatro pisos para que puedan ver, a través de pantallas gigantes, la continuación del acto. 

El Rabino Levy comenzó la ceremonia: “Este es un día memorable para la sociedad de Tucumán donde el corazón se siente lleno de alegría porque este sueño es una realidad y tenemos un templo colmado, como fue en Rosh Hashana y Iom Kipur, donde rezamos y pedimos la bendición para todo el año. 

El Rebe dice algo extraordinario en una carta que leí estos días. Tanto los dirigentes como los aportantes, como los alumnos, como los que rezan tienen el mismo valor y la misma igualdad de derechos. No solamente el que usa el templo, sino el que aportó y tal vez nunca estará en el templo, pero entiende que el pueblo judío está comprometido uno con uno en el mundo; y todos tienen parte de todos los méritos del lugar. El Rebe concluye diciendo- tanto hombres como mujeres, como cuando se construyó el Mishkán en el desierto, reciben bendiciones, generosidad de Di-s, y todo lo que necesitan en forma individual, y la comunidad en su conjunto reciben las bendiciones a través de ese templo que la misma comunidad construye. Cuando uno escucha que nunca estamos solos, el Rebe me manda su mensaje para este momento de la Inauguración y uno siente que el trabajo no es obra de uno.

Mi señora y yo debemos agradecer profundamente este mérito que tuvimos de ser shlujim del Rebe, y de alguna manera estamos representando el espíritu viviente del Rebe, a través de nuestra gestión, es un mérito gigante que no podemos descuidar. Pedimos a Di-s el zejut de no arruinar lo que el Rebe quiere que hagamos y seamos canales para concretar lo que el Rebe desea en cada rincón del mundo”.

Luego, el Director de Jabad Lubavitch Argentina, el Rabino Tzvi Grunblatt, agregó unas palabras: “En cierto momento tuve que pellizcarme y recordarme a mi mismo que estamos en Tucumán, porque sino podríamos pensar que estamos en Nueva York, o en Buenos Aires, o en Ierushalaim. Porque es un Beit Hakneset de primera, lleno de gente por todos lados… esto no es Tucumán… esta es historia, que en Tucumán tiene lugar la inauguración de un Beit Hakneset como si fuera Ierushalaim. En el Arón HaKodesh está escrito el pasuk de esta semana ‘No es esto sino una casa de Di-s, y esta es la puerta del cielo’. ¿Cuánto da uno para acercarse al cielo, y acercarse a la verdad del cielo?. Este es el portón del cielo, cada Beit Hakneset es así, esto es lo que es este lugar.

Generemos recursos, fuerzas, capacidades de manejar nuestro destino como pueblo judío, con voluntad, decisión, tenacidad. Tenemos gente dispuesta a hacer de esto un paraíso”

La ceremonia continuó con bailes y deseos de Lejaim. Se colocaron las mezuzot del primer y segundo piso y luego se dio paso al Gobernador Manzur para dar unas palabras. 

“Yo también vivo un sueño. Nunca imaginé en mi vida tener mi nombre en la puerta de un templo. Sin embargo, me abren los brazos, me dicen bienvenido, gracias por todo lo que hace, y yo quiero decir todo al revés. Gracias a la comunidad judía por todo lo que dan a Tucumán, trabajo y sacrificio para que Tucumán sea lo que es. Que estas puertas sigan abiertas hasta el infinito. Mientras tenga fuerza, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que estas puertas sigan abiertas de par en par”.

Llegó el momento del ingreso de los Sifrei Torá. Cuatro miembros activos de la comunidad tuvieron el honor de hacer ingreso de las mismas, mientras los participantes se alzaron en bailes, cánticos, y mucha alegría.

El evento lo cerró el Gran Rabino de Israel, el Rabino David Lau Shlita, quien indicó “La fuerza de Iosef acompaña al pueblo judío por todas las generaciones. Iosef sueña y no se asusta de los tropiezos. Ante las situaciones más difíciles está escrito que no abandonó su identidad, no cambió de pensamiento, no dejó de ser como su familia. En las situaciones más duras tenía claro y recordaba quién era él: soy hebreo y mi familia es mi familia.

Estamos en la realidad, en un centro espiritual grande y bello en la ciudad de Tucumán. Llegamos a que se concrete esto porque alguien, en los días más difíciles, él seguía soñando. Y quiero que hagamos un fuerte aplauso para el Rab Levy que en los momentos más duros, seguía soñando y ese sueño lo concretó.

Quiero que aplaudamos a la esposa del Rab que es ella la que lo acompañó y que hizo que esto sea realidad. Ella es la que le da la fuerza a su marido para que esto sea realidad.

Si esta Rabanit no hubiese luchado a la par de él, criando a sus hijos en un momento difícil, dándole la oportunidad a su marido que siga con su trabajo, esto hubiera demorado más. Tuvieron un gran mérito, acompañados por una comunidad cálida que le da fuerzas”

Comprometidos con la continuidad de la vida judía, a partir del día de hoy, este edificio estará destinado a la parte social, cultural y de culto de la comunidad de Tucumán y alrededores.

El edificio:

Con 1500 m2, se trata de una verdadera imagen institucional con trama de hexágonos que forman el Maguén David, tramas rústicas de traventino, y un Aron Hakodesh que embellecen el templo y generan la sensación de estar en Jerusalem.

El acceso se genera a través de un patio de retiro de 5 metros. Al ingresar se visualiza el acceso al templo realizado a triple altura. Conjugado con la luz natural, el espacio genera una presencia espacial imponente. 

Con capacidad para 350 sitiales entre hombres y mujeres, el Centro cuenta con un salón de usos múltiples, absolutamente independiente del acceso al templo, lo que da la posibilidad de tener usos alternativos. El salón es de 200 m2 con capacidad para 200 personas en mesas y, aún más para conferencias.

El edificio anterior será destinado a la educación para todos los niveles y todo lo referido al Kashrut.  

Para el Rabino Levy es una felicidad inmensa poder concretar este proyecto que tiene en mente hace 20 años.

En Rosh Hashaná se realizó una pre inauguración muy conmovedora, a la que una multitud de gente se acercó para compartir y rezar. Se vio a la gente muy emocionada por ver una obra tan magnífica e imponente.

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