“San Martín comprendió mejor que nadie que la unidad es un valor irrenunciable para aquellos que queremos sociedades justas y pueblos felices”

En un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del padre de la patria Don José de San Martín no puedo dejar pasar la oportunidad de hacer unas reflexiones sobre la vigencia de su legado, su lucha y los desafíos de nuestro tiempo.

Se trata entonces de bajar el cuadro y el bronce y entender que los dilemas con los que tuvo que lidiar San Martín no han quedado en el pasado, de cierta forma se mantienen en nuestra sociedad a pesar de los dos siglos de joven historia.

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Su faceta más difundida, la del militar valeroso que ciertamente ha sido, sirvió a los historiadores liberales para ocultar deliberadamente otras características salientes que hacen de San Martín una figura trascendente y de constante revalorización.

La unidad como condición necesaria para la victoria

San Martín comprendió mejor que nadie que la unidad es un valor irrenunciable para aquellos que queremos sociedades justas y pueblos felices. Privilegiar los objetivos comunes por sobre las diferencias secundarias ha sido un legado del que no deberíamos apartarnos. Él lo demostró desde la conformación de su ejército, involucrando a las minorías para hacerlas artífices del destino de la patria. Mujeres y hombres, pueblos originarios, criollos, afro descendientes, gauchos, todos tenían su lugar en busca del objetivo de la independencia.

Su ejemplo es el que tratamos de seguir día a día en el Frente de Todos, desde Cristina que a pesar de ser la figura más gravitante de la política Argentina, en una nueva muestra de su lucidez, erigió a Alberto como la persona indicada para lograr la unidad de los actores del frente nacional y popular.

La concepción de unidad también primó en San Martín en el plano latino americano entendiendo que ningún pueblo se salva solo. La necesidad de expulsar a los realistas del continente se sustentaba en la convicción de que la unidad latinoamericana es otra precondición necesaria para la independencia política y soberanía económica.

Esa certeza es la que nos hace hoy condenar el bloqueo a Cuba que impide el acceso a medicamentos en tiempos de pandemia, la que nos involucra en una salida pacífica y soberana para Venezuela y la que permitió salvar la vida de Evo Morales mientras el ex presidente Mauricio Macri reconocía a los golpistas y enviaba armas para la represión.

Libertad… ¿Qué libertad?

El concepto de libertad ha sido ciertamente central en la concepción sanmartiniana. En este momento en que las teorías libertarias están tan presentes en redes sociales y medios de comunicación, creo que es necesario precisar cómo fue entendida por el padre de la patria.

En su concepción, la libertad no es un derecho individual sino que es un hecho social que se construye políticamente. En su tiempo, libertad significaba lograr la independencia de la corona española sin caer por eso en el dominio de la potencia hegemónica emergente como lo era Inglaterra.

La disputa entre San Martín y el poder central de Buenos Aires encarnado en Rivadavia, suponía dos concepciones antagónicas. La concepción liberal de Rivadavia, que buscaba aprovechar las ventajas comparativas del puerto de Buenos Aires para comerciar con Europa en detrimento del resto de las Provincias Unidas. Mientras que San Martín entendía que la libertad sólo se garantiza a través de un desarrollo regional que mejorase los términos de intercambio con las potencias de la época.

Continuar con la lucha de San Martín en búsqueda de la libertad no habilita a cada uno a hacer lo que quiera, tampoco se agota en la posibilidad de comerciar libremente. Ganar espacios de libertad es generar trabajo, desarrollar la industria, recomponer el consumo y el mercado interno, desendeudarse y crecer.

En este marco de búsqueda de soberanía política e independencia económica en defensa de los intereses de los sectores populares podemos establecer una línea de continuidad histórica que nace con San Martín y tiene como sus mayores representantes a Juan Domingo Perón, Néstor Kirchner, la conductora de nuestro espacio, Cristina Fernández.

Ese es el legado de San Martín y el camino que seguimos desde el Frente de Todxs para seguir reconstruyendo al país luego de la tragedia macrista y la pandemia. Encarando, junto a Axel en la Provincia de Buenos Aires, la campaña de vacunación más grande de nuestra historia, para empezar a salir en el País, la Provincia y en Vicente López a la vida que queremos.

Por Lucas Boyanovsky – Precandidato a concejal del Frente de Todxs en Vicente López. Director de la UGL VIII de PAMI. Constructor Naval.