Ayer por la noche, unas 1.500 personas disfrutaron de grandes clásicos interpretados por el Coro de la Catedral y destacados intérpretes musicales.
Unas 1.500 personas participaron anoche del tradicional concierto de villancicos, que tuvo en escena al Coro de la Catedral de San Isidro, dirigido por el maestro Gustavo Felice. El espectáculo gratuito se realizó al aire libre, detrás del icónico templo neogótico, en pleno casco histórico de esta ciudad. Tuvo un repertorio basado en dos obras centrales de la música, Misa Criolla y Navidad Nuestra.
“Este concierto cierra un año muy duro. El arte sirve para darle sentido a tanto dolor y también para encontrarnos y habitar como comunidad lugares tan bellos como este. Una función de música religiosa y también popular, no solo para creyentes, que debemos vivir como un privilegio e invita a mirar el año próximo con mucha esperanza”, comentó Eleonora Jaureguiberry, Subsecretaria General de Cultura de San Isidro.
El concierto de cierre de año comenzó con Misa Criolla, de Ariel Ramírez, grabada en 1964. Siguieron Gloria (carnavalito/yaraví), Credo (chacarera trunca), Sanctus (carnaval cochabambino) y Agnus Dei (estilo pampeano), que el público disfrutó a la par de los artistas y a lo largo de una hora y media. Participó también del concierto el párroco de la catedral, Carlos Checo Avellaneda, que bendijo el momento y a los presentes.
Navidad Nuestra, de Ramírez y Félix Luna, con La Anunciación (chamamé), La Peregrinación (huella), El Nacimiento (vidala catamarqueña), Los Pastores (chaya riojana), Los Reyes Magos (takirari) y La Huida (vidala tucumana), ocupó el segundo tramo de una velada que también tuvo en escena a los solistas Claudio Sosa (tenor) y Leonardo Menna (barítono), junto con Marcos Villalba (guitarra), Gastón Carlos (percusión), Daniel Navarro (charango), Lolo Micucci (piano), Fausto Castillo (bajo) y César Castillo (aerófonos). El cierre fue con el clásico Noche de Paz.
“La alegría inmensa de volver a cantar de cara a la gente, la esperanza de que como comunidad seamos un poco mejores cada día y el agradecimiento hacia la municipalidad y la Catedral para que todo esto tan lindo y mágico suceda”, expresó Gustavo Felice, autor y director del coro desde 1989.
“Muy emocionada, es hermoso este clásico sanisidrense. Es lindo poder compartir estos momentos de fe y paz”, completó Julia Montenegro, vecina de la zona.