Tras la suspensión de las fotomultas, el Municipio de San Isidro intensificó los operativos viales en distintos puntos de la ciudad. Se controlan velocidades máximas, cruces peatonales y respeto a los semáforos.
Con el objetivo de mejorar la seguridad vial y garantizar el cumplimiento de las normas de tránsito, el Municipio de San Isidro lleva adelante operativos fijos y rotativos en calles y avenidas del distrito. La iniciativa se da en el marco de la suspensión del sistema de fotomultas, tras detectarse irregularidades en los convenios firmados por la gestión anterior.
Los operativos están a cargo del Cuerpo de Agentes de Tránsito, que fue recientemente reforzado con 50 nuevos agentes y una flota de vehículos ampliada. Entre los recursos incorporados hay 6 camionetas Kangoo, 20 motos, 3 camionetas Toyota Hiace y 2 grúas especiales que permiten ampliar la cobertura territorial de los controles.
“La ejecución del sistema de fotomultas debe ajustarse a la normativa vigente y orientarse a la reducción de la siniestralidad vial y no a fines recaudatorios”, afirmó el intendente Ramón Lanús al firmar el decreto que dejó sin efecto el sistema anterior de fiscalización por cámaras, vigente desde 2020.
Mientras se revisa el esquema de fotomultas, los controles en calle se intensificaron. Los operativos se realizan todos los días de la semana, en turnos diurnos y nocturnos, incluyendo test de alcoholemia. Además, los puestos están debidamente señalizados y cuentan con cartelería que advierte a los conductores.
Desde la Subsecretaría de Movilidad, destacaron que la seguridad vial se aborda desde múltiples ejes: infraestructura segura, educación vial y control. En ese marco, el Municipio avanza con demarcaciones en avenidas, nuevos reductores de velocidad, capacitaciones para choferes y charlas en escuelas.