Esta iniciativa que lanzó el Municipio hace 4 meses no para de sumar adeptos para recibir su recipiente y compostar en sus casas. Se reduce el 40 por ciento de los residuos que genera a diario una familia en materia orgánica.
“Me emociona la propuesta, y es clave la idea de enseñar que cada uno debe ser responsable de su huella y contaminar lo menos posible”, dice Laura Mata, vecina de Martínez que, tras capacitarse por zoom, recibió una compostera en su casa. Este programa de compostaje a domicilio que lanzó el Municipio de San Isidro hace 4 meses es furor y ya suma más de 5.000 inscriptos.
San Isidro fue pionero en la implementación de esta propuesta que busca que los vecinos puedan convertir estos residuos orgánicos en abono ecológico en sus propias casas; teniendo en cuenta que casi la mitad de los residuos que se generan en los hogares son orgánicos (restos de frutas, verduras y comida).
Actualmente, unos 2.000 vecinos ya tienen sus dos composteras de 20 litros con bandeja de líquidos lixiviado en sus domicilios. Previamente, se inscribieron por la web municipal y realizaron una capacitación online sobre cómo compostar.
“Es increíble la aceptación de los vecinos, no paran de sumarse. Este programa decidimos incorporarlo tras las exitosas capacitaciones que tuvimos con docentes y alumnos de escuelas primarias, y el interés que despertó el compostaje en sus familias. Lo importante es que los vecinos tomen conciencia y sepan que hay residuos húmedos que podemos reciclar”, cuenta Leandro Martín, secretario de Espacio Público.
Se puede compostar restos de fruta y verduras, yerba, café e infusiones; cáscaras de huevos limpias; cáscaras de frutos secos; servilletas y papel de almacén manchados con alimentos; hojas secas de árboles y arbustos; pasto y restos secos de plantas; ramas trituradas o troceadas de poda; ramos de flores secas. Deben evitar el plástico, vidrio, huesos, carnes, colillas de cigarrillo, resto de comida cocida o condimentada.
“Eso forma parte de las políticas sustentables que venimos impulsando desde hace muchos años. Los vecinos adoptaron la cultura del cuidado del medioambiente y se transformó en un hábito. De esta forma, nos ayudan a reducir la cantidad de residuos que enviamos a los rellenos sanitarios de CEAMSE”, sostiene el intendente Gustavo Posse
Los números hablan solos de este fenómeno que se logró en los últimos años; se pasó de enviar más de 72 mil toneladas de residuos al CEAMSE en el primer cuatrimestre de 2018 a 55 mil en el mismo período de este año.
Esto responde a las políticas, programas y acciones medioambientales del municipio como separación de residuos en contenedores, ecopuntos, recolección diferenciada de escombros, programa de residuos electrónicos, chipeo de las ramas que se extraen en las podas, capacitación en escuelas, entre muchas otras acciones.