El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, estuvo en la Escuela Municipal Malvinas Argentinas para darle la bienvenida a los alumnos que retomarán la asistencia bajo estrictos protocolos.
El día tan esperado llegó. Después de casi un año sin asistir a la escuela por la pandemia, los alumnos y alumnas del nivel primario de San Isidro regresaron a las aulas, bajo un estricto protocolo sanitario.
La alegría de los niños y sus familias fue palpable en los distintos colegios. También en la Escuela Municipal Malvinas Argentina, que recorrió esta mañana el intendente de San Isidro, Gustavo Posse para darles la bienvenida a los alumnos.
“Arrancar las clases tendrá un impacto positivo en la salud mental; además de un efecto sobre la estructura productiva del país”, resumió Posse quien durante 2020 presentó diferentes protocolos al gobierno provincial para que los chicos puedan volver lo antes posible a las aulas.
El intendente sostuvo que la clave para sostener este esperado regreso a clases estará en el “cumplimiento de los protocolos” y que, justamente, la escuela servirá para reforzar aún más las medidas preventivas, evitando que se rompa la barrera sanitaria.
“Si sanitariamente retrocedemos corremos el riesgo de que la Provincia retroceda en esta medida; aunque creo que ya no hay lugar para volver a un aislamiento social. Por eso –insistió- será clave cuidar los protocolos”, remató Posse.
Cabe recordar que el Partido de San Isidro concentra el 40% de la educación pública y privada de la Provincia.
El protocolo sanitario funciona de la siguiente manera: cuando el alumno ingresa a la escuela se le toma la temperatura, debe aplicarse alcohol en gel en las manos y se desinfecta el calzado. La matrícula de la escuela alcanza a casi 350 chicos y chicas del nivel primario.
“El armado de cada grupo de alumnos que asiste a las aulas se ajusta a las dimensiones del salón. Cada grupo de aproximadamente 15 alumnos irá alternando semanalmente”, explicó Marisol Reigosa, directora General de Educación del Municipio.
Valentino Gómez y Felipe Cáceres, de sexto grado, se vuelven a ver las caras después de casi un año y la alegría es inmensa. Ese clima sobrevuela en la escuela. “Extrañaba mucho volver a clases. Nos explicaros cómo son los protocolos para cuidarnos entre todos. Estamos muy contentos de volver a clases”, coincidieron.