Con apoyo de Unión por la Patria, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que suspende los trabajos del barrio privado lindero al Arsenal. Denuncian falta de estudios ambientales, presión inmobiliaria y desoír el reclamo de más de 12.000 vecinos.
En una sesión extraordinaria, el Honorable Concejo Deliberante de San Isidro aprobó una ordenanza que ordena suspender las obras del emprendimiento inmobiliario que se desarrolla junto al Arsenal de Boulogne. La iniciativa, impulsada por el bloque del Frente Renovador, busca revisar la legalidad del permiso de obra y evaluar el impacto ambiental de un proyecto que genera fuerte resistencia vecinal.
“El objetivo es cuidar uno de los últimos pulmones verdes que tiene Boulogne. Este espacio no solo es un parque, es clave para el escurrimiento del agua en una localidad que ya sufre inundaciones. Si se cubre todo de cemento, el bajo Boulogne se va a convertir en una laguna”, afirmó el concejal que impulsó la medida.
El edil también apuntó al intendente Ramón Lanús por desoír las demandas de la comunidad organizada en la asamblea “Boulogne 100% Verde”, que ya recolectó más de 12.000 firmas en contra del proyecto. “La construcción no cuenta con aval social. Eso debería ser motivo suficiente para frenar este negocio inmobiliario”, sostuvo.
Además, reclamó que se presenten estudios de impacto ambiental que aseguren que el nuevo barrio podrá contar con servicios como gas, cloacas y agua, sin perjudicar a los vecinos actuales. En ese sentido, la ordenanza establece un plazo de 48 horas para que el Ejecutivo municipal entregue la documentación requerida; de lo contrario, deberá clausurar la obra.
Por su parte, la concejal Estefanía Rivadulla fue más directa en su crítica al jefe comunal: “Quiero decirle a Lanús que no estamos en contra de su gobierno, sino de la forma en la que gestiona. Su modelo parece basarse únicamente en negocios inmobiliarios. En un año y medio no logró ni siquiera una recolección de residuos eficiente”.
La polémica en torno al Arsenal pone en evidencia una disputa más profunda: la tensión entre el avance de proyectos inmobiliarios privados y la defensa del espacio público y ambiental en uno de los distritos más importantes de la zona norte.