Especialistas del sistema de Salud del Municipio explican todo lo que hay que saber a la hora de exponerse al sol.
Tomar sol en pequeñas dosis puede aumentar endorfinas y sintetizar vitamina D, pero abusar del sol puede provocar efectos nocivos como un cáncer de piel. Especialistas del sistema de Salud del Municipio explican todo lo que hay que saber a la hora de exponerse al sol.
“La radiación solar es la principal causa de cáncer de piel. Los rayos ultravioleta (UV) del sol son el principal factor de riesgo, al igual que la cama solar; ya que pueden provocar tumores de piel, siendo el melanoma el más agresivo”, explicó Andrea Giuliani, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Central de San Isidro.
Antes de las 11 y después de las 16 es el horario indicado para exponerse al sol. “El factor de protección solar debe ser mayor a 30. Niños, adolescentes y adultos deben protegerse siendo los más vulnerables las personas de piel y ojos claros”, sumó Giuliani.
El sol genera tres tipos de radiaciones. El daño solar de los rayos ultravioleta B (UVB) es el que produce enrojecimiento de la piel y quemadura solar; la radiación UVA es la que está asociada a la producción de cáncer de piel. Por lo tanto, es aconsejable utilizar protectores solares de amplio espectro (UVA/UVB).
Otro consejo importante es aplicar el protector media hora antes de tomar sol, porque ese es el tiempo que el medicamento necesita para hacer efecto. “No sirve colocarlo cuando ya estamos al sol”, dijo la especialista.
Según la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Argentina se atribuye el 52,8% de los melanomas a la exposición a rayos UV. Asimismo, se prevé que para el 2030 los no melanomas incrementarán un 23% y los melanomas un 19%.
Especialistas recomiendan que a partir de los seis meses se pueden empezar a usar protectores solares, pero antes de esa edad es clave resguardarlos de la exposición directa al sol con ropas, sombreros y sombrillas. Asimismo, los menores de un año deben evitar completamente la exposición.
“Es fundamental evitar las quemaduras solares durante la infancia y adolescencia porque a futuro, por efecto acumulativo en la piel, puede generar un cáncer de piel”, señaló la especialista.
Lunares y manchas en la piel también pueden ser una señal de alerta, advirtió Giuliani, por lo que es aconsejable una vez al año a hacerse el chequeo de lunares.
Cómo reconocer una lesión maligna de melanoma
Para ello, es importante, aplicar la regla del ABCDE que consiste en observarse el lunar y dividirlo en dos:
A) se refiere asimetría, es decir, cuando una mitad es diferente a la otra.
B) es del borde, hay que observar si los bordes son irregulares.
C) de colores, cuando tiene más de un color nos tiene que llamar la atención.
D) se refiere al diámetro, si el tamaño del lunar es de más de 6 milímetros puede ser una lesión.
E) de evolución. Si cambia de forma, pica o sangra.
Cuándo acudir a un dermatólogo/a
Cuando se observan erosiones que no curan en tres semanas, lesiones nuevas, inflamadas o con crecimiento rápido. O si se presentan manchas planas rosadas o rojizas, o ásperas cada vez más escamosas o rugosas. Pueden ser cáncer no melanoma y se ven especialmente en cara, dorso de las manos, labio inferior y orejas.