La semana pasada fue presentado ante el Honorable Concejo Deliberante de San Fernando el Proyecto de Gestión Menstrual por las Organizaciones: FRENTE DE MUJERES, GENEROS Y DIVERSIDAD DEL PERONISMO 26 JULIO Y MOVIMIENTO EVITA, FRENTE DE MUJERES, significa un avance en los derechos de las personas menstruantes no solamente proveyendo elementos de gestión menstrual a las personas en situación de vulnerabilidad social sino que también propone un programa municipal de gestión menstrual, donde se eduque y visibilice la problemática.
La responsable del Peronismo 26 de julio de San Fernando, Aldana Aguirre menciona que: “Este proyecto viene a combatir una pequeña parte de la feminización de la pobreza en los barrios más humildes de San Fernando, como vecinas y militantes, queremos aportar proyectos que puedan ejecutarse con perspectiva de género, menstruar en condiciones dignas es un derecho y el estado debe tomar la posta para garantizarlo”.
Por su parte la referente del Frente de Mujeres Evita del Movimiento Evita San Fernando, compañera Mariana Meaca agrega: “Resaltar la importancia de involucrarse y presentar proyectos que tiendan y contribuyan a erradicar la desigualdad sufrida por la población de mujeres y personas menstruantes”.
La menstruación, en promedio y tomando como fuente el censo 2010, comienza a los 12 años y dura hasta los 52, con lo cual se calcula que casi 13 millones de personas menstrúan en Argentina. Se produce entre 5 y 7 días por mes durante 40 años, lo cual equivale a casi 8 años de vida. Pero no todas las personas pueden acceder a condiciones óptimas para abordar los periodos menstruales. Según UNICEF 2,3 millones de personas, en el mundo, carecen de los servicios básicos de saneamiento y solo el 27% de los habitantes de los países en desarrollo poseen instalaciones adecuadas para lavarse las manos. “Satisfacer las necesidades de higiene de todas las adolescentes es un tema fundamental de derechos humanos, dignidad y salud pública”, dijo Sanjay Wijesekera, ex Jefe de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF. En Argentina la visibilización de esta problemática ha ido creciendo y se han presentado diferentes proyectos para que el Estado tome acciones tendientes a paliar lo que se conoce como pobreza menstrual en diferentes jurisdicciones del país, tanto a nivel nacional como provincial. La problemática de la pobreza menstrual se sostiene en base a 3 ejes: acceso a elementos e instalaciones aptas para la higiene menstrual, información y educación menstrual y el tabú (o la falta de visibilización). Por eso celebramos que el Frente de mujeres, géneros y diversidad Eva Perón del peronismo 26 de Julio de san fernando junto a las compañeras del movimiento Evita de San Fernando hayan presentado el Proyecto Ordenanza Gestión Menstrual que significa un enorme paso en la tarea de combatir esta problemática. Entendiendo:
“Que partiendo de esa base, la menstruación es motivo de estigmatización, pero además es factor de desigualdad social toda vez que obtura la permanencia de las personas con capacidad menstruante en espacios públicos, que requiere –para su indicada administración- condiciones mínimas y esenciales de salubridad y que exige una inversión económica ineludible y mensual que determina, según cada caso, el acceso o no de estas personas a los insumos que garantizan una adecuada gestión de los períodos menstruales. Que la brecha salarial de género en Argentina es en promedio de un 27%, que las mujeres y trans presentan los más altos porcentajes de precarización laboral, y que la suba de precios de los productos de gestión menstrual, sumada a la situación económica y de emergencia sanitaria que estamos viviendo por el COVID-19, dificulta el acceso a los elementos de gestión menstrual”
Y enfocándose en San Fernando declara: “Que en San Fernando hay aproximadamente 28 barrios populares, de los cuales 14 son reconocidos por el RENABAP (Registro Nacional de Barrios Populares) que reúnen a más de 70.000 personas que viven en condiciones de insalubridad que los vuelven aún más vulnerables y que la falta de regulación de los productos de gestión menstrual implica un impacto económico: en Argentina, una mujer debe disponer de entre $2000 y $3000 al año, para garantizar el acceso a estos productos, que al no ser considerados productos sanitarios sino cosméticos, están afectados por las normas tributarias y de distribución de estos bienes”
Para ello propone medidas concretas para, progresivamente en un lapso no menor a 2 años, avanzar sobre los tres ejes de la pobreza menstrual: que el municipio reconozca la problemática, visibilizándola, incorporándola en los programas sociales, educativos e informativos. Creando un “Programa Municipal de Gestión Menstrual”.
Además, solicita considerar los diferentes elementos de contención apto para su utilización durante la menstruación como elemento de gestión menstrual, incorporándolos en todas las políticas municipales que incluyan productos de primera necesidad. Realizar campañas educativas haciendo hincapié en aquellos elementos que posean menor impacto ambiental. Provisión gratuita de elementos de gestión menstrual a aquellas personas que no puedan acceder a ellas y la información y educación sobre su uso. Promoción de políticas de producción y comercialización que beneficien a comerciantes y productores locales, pero a un precio justo en su venta.
