San Fernando lanza “Patitas de Salud”, un programa pionero de visitas terapéuticas con animales en su hospital municipal

El intendente Juan Andreotti presentó la iniciativa en el hospital San Cayetano. Está destinada a pacientes internados por períodos prolongados y busca mejorar su recuperación emocional mediante visitas de sus mascotas. Es uno de los primeros programas de este tipo en la provincia de Buenos Aires.

Con el objetivo de humanizar la atención sanitaria y acompañar los procesos de internación prolongada, el Municipio de San Fernando puso en marcha el programa “Patitas de Salud”, una innovadora propuesta que permite que los pacientes del Hospital Municipal San Cayetano puedan recibir la visita de sus mascotas, bajo estrictos protocolos de salud y seguridad.

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El intendente Juan Andreotti presentó la iniciativa en compañía de autoridades médicas y familiares de la primera paciente beneficiada: Silvia, quien se reencontró con sus perros salchicha, Pancho y Chula, luego de más de 90 días de internación tras un accidente. “Estamos muy contentos por esta iniciativa para que los vecinos y su ‘familia de cuatro patas’ estén felices”, expresó el jefe comunal.

El programa está destinado a pacientes pediátricos, oncológicos, geriátricos, con enfermedades crónicas o en internaciones prolongadas, e incluso contempla casos de cuidados paliativos. “Es importante para la recuperación de la salud emocional, disminuye el estrés y favorece una recuperación más rápida”, explicó la Dra. Laura Payero, coordinadora médica del hospital.

Por su parte, el secretario de Salud Pública, Marcelo Campos, destacó que “Patitas de Salud” es uno de los primeros programas de este tipo en la provincia, y que su implementación se realiza de forma articulada con el Centro de Cuidado Animal, donde se certifica el estado sanitario de cada mascota antes de la visita.

Las visitas se realizan en un sector acondicionado del hospital, con acceso diferenciado y la presencia obligatoria de un adulto responsable por el animal. Además, se requiere la autorización de la familia del paciente y la aprobación del equipo médico.

“Es una experiencia muy gratificante para todos. Queremos que la salud pública tenga rostro humano y escuche las necesidades emocionales de cada vecino”, concluyó Payero.