Vecinos, técnicos de la Fundación Azara, personal de Defensa Civil y el Centro de Operaciones Tigre (COT) rescataron el día de ayer un lobo marino de dos pelos (Arctocephalus australis) en el Delta de Tigre.
¿Por qué debió ser recatado?
El hábitat de esta especie es el marino-costero y oceánico. Su presencia en el delta del río Paraná es accidental, no se encuentra dentro de su área natural de distribución.
¿Cómo continúa el rescate?
El aumento de la población de especies de pinnípedos en los últimos años y la intensificación de la vigilancia ambiental ha determinado un progresivo aumento del hallazgo de crías y juveniles fuera del hábitat considerado normal, por lo cual se han desarrollado protocolos específicos para su rescate rehabilitación y reintroducción al medio natural.
Luego de su captura en el día de ayer, el animal fue trasladado inmediatamente por personal de Defensa Civil del Municipio de Tigre al Bioparque Temaikén donde recibió atención primaria y controles veterinarios.
La Dirección de Inspecciones del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible es la encargada de completar la etapa de rescate del ejemplar. En el día de hoy está realizando el traslado del individuo al Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino. Allí, y luego de un informe Técnico de la Dirección Nacional de Biodiversidad se procederá a la liberación del animal.
Algunos datos más sobre la especie:
El lobo marino de dos pelos es una especie de mamífero pinnípedo propio de Sudamérica. Se alimentan de peces, moluscos cefalópodos y ciertos crustáceos.
Presentan dimorfismo sexual siendo el peso de la hembra (40-60 kg) muy inferior a la del macho (120-160 kg). Las hembras dan a luz una única cría por temporada reproductiva luego de 246-250 días de preñez. En base a observaciones realizadas en Isla de Lobos (Uruguay) e Isla Guafo (sur de Chile), la temporada reproductiva transcurre entre la segunda semana de noviembre y la primera de febrero, observándose el pico de nacimientos a mediados de diciembre y el de apareamientos unos pocos días después.
Si bien su estado de conservación actual no reviste peligro, fue una especie muy cazada por su piel hasta mediados de 1980. Desde la prohibición de su caza las poblaciones se han recuperado ampliamente, estimándose el número poblacional aproximadamente en 125.000 para el Atlántico Sudoccidental. Los apostaderos más grandes se ubican en Isla de Lobos (Uruguay) e Islas Malvinas, aunque con el aumento poblacional se han radiado hacia la conformación de apostaderos menores a lo largo de la costa argentina.
A través del seguimiento satelital de hembras adultas en las Islas Malvinas (Isla Pájaro) e Isla de Lobos, se supo que estas se desplazan pocos kilómetros de la colonia para alimentarse durante el período de amamantamiento, aunque algunos ejemplares pueden alejarse a más de 600 km; en tanto que, al avanzar el período de lactancia las hembras extienden sus áreas de alimentación. Esta observación implica la separación de crías de entre seis meses y un año de sus madres y explicaría el desplazamiento de las crías que si bien aún se amamantan ya comen por sus medios. Algunas crías pueden perder su orientación en esta separación e ingresar al estuario del Río de la Plata y al delta del río Paraná. Asimismo, condiciones mareológicas o climáticas particulares sumarían un factor de explicación del ingreso de estos animales aguas arriba, alejándose de sus rutas de desplazamiento habituales.
Gracias a todos los vecinos del delta que se preocuparon y colaboraron en el rescate.
Desde la Fundación Azara queremos destacar el accionar del personal de Defensa Civil y Centro de Operaciones Tigre quienes se pusieron a disposición ni bien se alertó sobre la presencia del animal.
La Fundación Azara y Defensa Civil del Municipio de Tigre trabajan en conjunto en el rescate de fauna nativa en el Municipio de Tigre. Las especies rescatadas son recibidas en el Centro de Rescate de Fauna Silvestre Delta Terra, en el delta de Tigre, gestionado por la Fundación Azara.
Agradecemos Esteban Carini, guardaparque de Delta Terra que participó activamente del rescate y a la Dra. Marcela Junín, especialista en mamíferos marinos de la Fundación Azara por la información aportada.
Fotos: cortesía Cristina Ravacio, vecina del de Río Capitán