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RCP – El poder de nuestras manos.

Conoce los pasos de la Reanimación Cardio Pulmonar

Muchas veces nos preguntamos qué debemos hacer ante una persona en estado inconsciente, que no contesta y no respira. La respuesta la tenemos en nuestras manos, sí, en nuestras manos. Tan sólo con las manos ya es posible intentar salvarle la vida a esa persona. Si supiéramos el poder que tenemos con sólo comprimir rápido y fuerte el centro del pecho, nadie dudaría en hacerlo.

RCP significa Reanimación Cardio Pulmonar, no resucitamos ni revivimos a nadie, sólo podemos revertir un paro y ello si respetamos todos los eslabones de la cadena de sobrevida.
La reanimación cardio pulmonar es una técnica de primeros auxilios, que permite, por medio de un conjunto de maniobras, relevar al corazón de su actividad, para continuar generando la circulación de sangre por el cuerpo, manteniendo la oxigenación del cerebro y de los órganos vitales de la persona en estado de inconsciencia, hasta la llegada del personal médico que podrá asistirlo.
 
Y, ¿cómo lo hacemos?
En primer lugar, reconociendo que la persona no contesta. Para ello, la tocamos en los hombros ejerciendo un estímulo de dolor (por favor, sin cachetear a la víctima) y si ésta no reacciona, es fundamental ahí mismo llamar al 107, indicando al radio operador que se encuentra frente a una persona que no reacciona. Luego, y mientras aguardamos que llegue la ayuda médica necesaria, debemos fijarnos durante 10 segundos si se mueve el tórax de la víctima. Si consideramos que el tórax no se mueve, es preciso comenzar a comprimir fuerte y rápido en el centro del pecho, entrecruzando nuestras manos. Si bien ésta es una maniobra cansadora, nuestro cuerpo genera, en una situación de este tipo, adrenalina que evita que nos agotemos, aunque de todas formas lo ideal sería cambiar de reanimador cada 2 minutos, para que las compresiones sean de calidad.
De cualquier manera es importante tener en cuenta que siempre es preferible hacerlo mal a no hacerlo. Es decir, ante cualquier duda compriman y si la persona grita, entonces ya no compriman más.
Si nos encontramos en un lugar donde hay un Desfibrilador Externo Automático es importante que lo utilicemos, ya que este aparato reporta un 80% de sobrevida.
Son muchas las preguntas que surgen en el momento de decidir si ayudar o no a una persona en una situación de este tipo, por lo que te invito a pensar en qué pasaría si esta situación le sucediera a un familiar. De seguro querríamos que alguien, por lo menos, intentara salvarle la vida.
Por otra parte, la sensación que uno tiene al haber intentado salvar la vida de una persona es algo que te acompañará por siempre, más allá del resultado. Ese empuje es nuestro motor para replicar estas acciones y difundir este mensaje. Así, cada vez somos más los que sabemos qué hacer y qué no hacer.
¿Y vos, ya sabes cómo salvarle la vida a una persona?
  
Judith Wilhelm
Instructora acreditada por la American Heart Association
Cursos.judy@gmail.com

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