Por Federico Meca*
Hoy, 1 de mayo de 2025, conmemoramos el Día Internacional del Trabajador. Los derechos de los cuales hoy gozamos fueron forjados por la lucha de cientos de trabajadores a través de la historia.
Allá por fines de la década de 1880, la jornada de trabajo podía ser, según la ley, de hasta 18 horas seguidas. Las condiciones laborales eran insalubres y las personas eran explotadas.
En la ciudad de Chicago, en 1886, un grupo de trabajadores se unió bajo el lema “8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso.” El ocio y el descanso eran derechos absurdos para la época y ellos, con sus convicciones, enaltecieron la condición humana de los trabajadores al no conformarse con menos.
La revolución fue intensa, y la represión también. De los principales referentes, unos fueron condenados a 15 años de trabajos forzados, otros a cadena perpetua y otros cinco a muerte en la horca. ¿Por qué solicitar límites, ocio y descanso era tan impensado para esa época?
¿Siguen siendo impensados algunos derechos hoy? Podríamos pensar en aportes, jubilación, moratoria, obra social, carga familiar, salario digno, vacaciones y muchos más de los cuales gran parte de los trabajadores aún no goza.
Fue tal la movilización iniciada por este grupo de trabajadores en Chicago, Estados Unidos, que ese país temió que el 1° de mayo del año siguiente se desplegara una situación similar. Por eso, allí nunca se permitió conmemorar el Día del Trabajador como en el resto de los países, y lo trasladaron al primer lunes de septiembre.
Fue recién en 1919 que la Organización Internacional del Trabajo decretó que la jornada laboral fuera de 8 horas y estableció el 1° de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores.
La importancia de respetar a los trabajadores, sus derechos y de enaltecer el día que los honra será siempre el lema del espacio que represento.
*Federico Meca – Concejal FR San isidro
