Cada primero de mayo conmemoramos el día del internacional del trabajador y en nuestro país muy probablemente lo primero que se nos viene a la cabeza es la figura de Juan Domingo Perón. ¿Pero que festejamos realmente un día como hoy y como están representados los trabajadores hoy en día?
Algunos historiadores recordaran a los mártires de chicago ejecutados en 1886 en Estados Unidos por realizar un reclamo laboral. Otros recordaran los logros obtenidos en los años cuarenta, donde había una Argentina donde la movilidad social ascendente era posible con esfuerzo y sacrificio, donde las familias progresaban y prosperaban de generación en generación. Pero sin duda todo trabajador se siente reconocido y agradecido cada primero de mayo.
En nuestro país nadie supo representar a los trabajadores mejor que Juan Perón, quien vio en las masas trabajadoras un poder superior, sabía perfectamente que organizarlos, enamorarlos y conducirlos podía lograr una reestructuración del poder real en la Argentina. Esto hizo que se achicara la desigualdad social y que millones de trabajadores accedan a derechos que antes no tenían, sobre todo logró que se sientan escuchados, representados y atendidos en sus demandas.
Pero que queda realmente hoy de ello? Nos encontramos en una sociedad donde el propio trabajador se ve limitado en sus derechos, limitado en su derecho de ir al trabajo por la enorme cantidad de cortes y paros injustificados, donde el estado no interviene para limitar los reclamos de pequeños sectores frente al derecho de todos los trabajadores de ir simplemente a su trabajo. Sufre una enorme presión impositiva que trabaja cada vez más para cumplir con sus obligaciones fiscales, un trabajador que ve licuado su salario por la inflación, un trabajador que ve como los sindicatos cierran paritarias por debajo de la inflación, un trabajador que debe cerrar sus persianas por la inseguridad, en definitiva un trabajador con menos trabajo y menos movilidad social.
Lamentablemente esto no es todo, porque la falta de trabajo hizo aparecer un nuevo actor social, las denominadas organizaciones sociales que comenzaron a levantar las banderas de los trabajadores sin ser trabajadores. Organizaciones sociales apañadas económicamente y políticamente por el estado, quien supo de ellas sacar su rédito político. Vemos hoy que los derechos de los verdaderos trabajadores están cada vez menos representados.
Hace más de 40 años que la Argentina no crece de manera sostenida, tenemos cada vez menos trabajo formal y más pobreza estructural. Por ello en este día tan espacial debemos revindicar a todos los que cada día salen a trabajar para alimentar a sus familias. Son los trabajadores los que alguna vez hicieron grande a este país y es gracias a ellos que podremos volver a serlo.
Por Mariano Pelayo – Concejal Tigre Juntos por el Cambio
