En una propuesta que merece un pormenorizado análisis tanto de las ventajas y eficiencias de trasladar una entera estructura edilicia, como del mobiliario y el equipamiento médico que allí dentro se encuentra, El Grupo Oroño le ofreció donar al municipio de Rosario, el sanatorio provisorio para Covid que otrora hubiere desarrollado, pero, reclama, como cuestionable requisito, una contratación millonaria directa a una constructora determinada. La misma, debrá ser aprobada por el Concejo Deliberante de la referida ciudad.
Durante el año 2020, el Grupo Oroño construyó un edificio provisorio de durlock a fines de poder brindar atención a pacientes con Covid-19, contando el mismo con 24 camas para internación y atención básica para los infectados por el virus que modificó la realidad diaria del mundo entero. Sin embargo, la referida organización médica planea desarrollar, en dicho predio, un sanatorio oncológico de última generación el cual le demandará una inversión de más de 10 millones de dólares. A fines de poder concretar dicho proyecto, ofreció a la Municipalidad de Rosario, donarle la construcción provisoria del centro sanitario para el Barrio Olímpico, ubicado sobre la zona norte de la metrópoli.
Según el “Acta de donación” firmada entre el Grupo Oroño y la Municipalidad de Rosario, se estipula que el municipio asuma la integridad de los gastos de desarme, traslado y rearmado de la estructura edilicia en conjunto con el mobiliario y accesorios donados, a la vez que se demanda la “contratación exclusiva” de la empresa Peicon. Según el expediente consultado, la constructora realizó una cotización de 50 millones 880 mil pesos, el cual deberá cancelarse a los 100 días de iniciados los trabajos allí detallados. A raíz de ello, el pasado martes, en la Comisión de Gobierno del Concejo Municipal, la cual debe aprobar o desestimar la donación, requirió que se incluya en el Presupuesto la referida carga que fiscal que la misma genera.
Según la especialista en arquitectura hospitalaria, Silvana Codina, quien tuvo a su cargo el diseño de los hospitales regionales, el edificio del Centro de Justicia Penal de Rosario y más de 50 centros de salud construidos durante el gobierno de Hermes Binner, especificó que: “Cada edificio que se proyectó durante nuestra gestión, llevaba en el expediente un estudio pormenorizado que se fundamenta por la morti-morbilidad, densidad poblacional, distancia de otros efectores, entre otras variables como la oportunidad del gasto/inversión en Salud Pública”.
Otra experta que solicitó la reserva de su nombre, aseveró que con los cincuenta millones que costaría a la Municipalidad el traslado del Sanatorio “Provisorio”, resulta factible construir una infraestructura sanitaria de alrededor de 130 metros cuadrados con materiales de primera calidad que no sea un edificio provisional. Asimismo, resaltó que las placas de cemento y durlock presentan considerable probabilidades de “arruinarse” durante el desarme, así como también, que el detalle del mobiliario que se explicita en el expediente resulta ser por demás escaso.
¿Existe el fin oculto de recuperar el predio (ubicado en una de las mejores zonas de la ciudad) a costas del Municipio?
