Si tuviéramos la oportunidad de conversar en forma simultánea con los más de 400 mil vecinos de Tigre notaríamos que la mayoría coincide en cuanto a sus preocupaciones. Arrancamos con la seguridad, el trabajo y la economía. La conversación se extiende y toma un tinte vecinal, las cloacas, la luz, el agua y el gas. Y siempre presente las veredas, el tránsito, el asfalto, la salud, la educación. Sin embargo pocos vincularían aquellas preocupaciones al diseño y la planificación urbana. Y es paradójico porque en ello reside gran parte de la causa de esos problemas y más aún, de las posibles soluciones.
Existe un llamativo consenso en torno a la idea de que las ciudades mejor planificadas son las mejores para vivir. Urbanistas de prestigio como Jaime Lerner en Curitiba, Jan Gehl en Copenhague o el mismísimo Oscar Niemeyer en varias ciudades de Brasil han logrado vincular las necesidades de los vecinos con las capacidades del urbanismo. Y han logrado resultados asombrosos. Mayor bienestar, ciudadanos más felices, más y mejor trabajo, menos contaminación, todo alrededor de la idea de que las ciudades deben ser, antes que nada, pensadas. En eso estamos.
El resultado de poner sobre la mesa el mapa de nuestro distrito junto al listado de necesidades expresadas por los vecinos fue denominado por un grupo de especialistas Tigre 2030. Esta usina de pensamiento urbanístico tiene como objetivo preparar a la ciudad para los desafíos del presente y del futuro. La población crece y con ello la cantidad de residuos sólidos a tratar, la delincuencia, los embotellamientos y la escasez de oferta educativa, sanitaria, cultural, deportiva y de empleo, fundamentalmente. Tigre 2030 tiene un plan para este municipio de alto potencial y que fuera ejemplo a nivel nacional e internacional, con una pata social que trae a agenda un sueño de campaña, pobreza cero.
Tigre 2030 tiene grandes lineamientos estratégicos con intervenciones, de corto, mediano y largo plazo. Proyecta la urbanización de asentamientos, la ampliación de las zonas industriales y de servicios para incrementar la oferta laboral, el tendido de redes de servicios públicos en cada rincón de Tigre y la extensión de la red vial son los principales objetivos. Y el planteo se basa en la corrección de la fragmentación territorial por un lado, y el desarrollo de distritos de gestión especial por el otro.
El mapa de Tigre ha sido entonces terreno fértil para el planteo de zonas especializadas en diversas ramas del desarrollo económico siempre girando respecto a conceptos bien precisos. De esta manera Tigre Centro tras la exitosa experiencia de Tigre Sur, Rincón de Milberg, Nuevo Delta, Dique Luján, Don Torcuato y Pacheco tienen sus propios distritos, que tenderán a mejorar la calidad de vida de sus vecinos. Náutica, deporte, startups, servicios, son algunas de las ideas que le van dando color a este ambicioso plan.
El mundo se transforma y sus ciudades también. Tigre 2030 tomó la bandera de la planificación urbana y espera contar con más ideas, profesionales y vecinos.
Guido Caffaro – Referente de Tigre 2030 – guidocaffaro@gmail.com
