Desde nuestro Bloque del Frente de Todos presentamos un proyecto de ordenanza en el Honorable Concejo Deliberante de Tigre para crear un “Programa de Formación Docente en Perspectiva Ambiental”, que garantice la educación ambiental de forma integral y transversal.
No prepararnos para lo que la ONU categorizó como EL MAYOR DESAFÍO DE NUESTRO TIEMPO es una demostración más de las grandes fallas del sistema educativo actual. ¿Cómo esperamos poder hacerle frente al cambio climático cuando este no es tratado como un tema central en las aulas? Por muchos años estuvimos inmersos en la concepción de que las problemáticas ambientales no escapaban al área de las ciencias naturales. Hoy resulta vital que entendamos a lo ambiental como transversal, dado que atraviesa tanto el medio físico/biológico, como el lógico/matemático e indudablemente el medio socioeconómico. Esto debe reflejarse en los contenidos de la currícula y en la manera en la que los docentes encaren las distintas temáticas al momento de formar a las futuras generaciones.
No estábamos listos para esta pandemia. Y si no reconocemos a la educación ambiental como prioridad, tampoco van a considerarlo nuestros hijos y nietos, que deberán sufrir los peores efectos de la crisis climática y ecológica. Al menos, esta no es un enemigo invisible. Ya se manifiestan sus consecuencias, agravadas en los sectores más vulnerables, pero tenemos los ojos vendados. Tampoco podemos ignorar el hecho de que este virus es de origen zoonótico y que se relaciona estrechamente con la destrucción de hábitats naturales. Dejemos de mentirnos, no hay más tiempo para eso. El planeta nos dio un millón de señales de auxilio, no se trata de ser visionarios, sino simplemente de abrir los ojos.
Jóvenes, siento que les fallamos. Los adultos les fallamos con nuestra forma de producir y consumir sin límite, de explotar y derrochar recursos, de invadir nuestro hogar.
Pero no quiero dejarlos a la deriva, no voy a poder mirarlos a los ojos y decirles que yo estuve ahí cuando aún podía hacerse algo y decidí no hacer. Sé que les dejamos un enorme desafío por delante, pero al menos busco que se encuentren preparados. Y sé que eso es imposible mientras los pizarrones se sigan llenando de cálculos, y la tecnología y el ambiente sean dejados de lado en los contenidos habituales. Cambiemos las políticas y los temarios, en lugar del clima.
Resulta inentendible que aún sigan presentes los discursos negacionistas, que atribuyen los fenómenos de la crisis climática y ecológica a factores geológicos, cuando la ciencia demostró que se debe a las acciones humanas. En estos casos el desconocimiento nos puede costar la vida. La toma de conciencia es el primer paso para tomar acción. Y la escuela debe ser ese lugar de reflexión e intercambio, donde el planeta esté presente junto con la diversidad de voces.
Es por eso que con mis compañeros y compañeras del Bloque del Frente de Todos presentamos un proyecto de ordenanza en el Honorable Concejo Deliberante de Tigre para crear un “Programa de Formación Docente en Perspectiva Ambiental”, que garantice la educación ambiental de forma integral y transversal. El mismo será dictado de forma abierta y gratuita, y estará destinado a docentes de escuelas tanto de gestión estatal como privada.
El programa busca abordar -como mínimo- los siguientes contenidos de manera interdisciplinaria: crisis climática y ecológica desde un enfoque sistémico y profundo, problemáticas ambientales globales y locales, acuerdos internacionales y compromisos ambientales, los ODS, el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, lo principal en legislación Nacional ambiental. También se desarrollará la importancia del reciclaje, la reutilización y la reducción de los residuos, el compostaje, las energías renovables y temas como la soberanía y la seguridad energética. A su vez, la megaminería y sus efectos en el ambiente, junto con los pueblos originarios y las diferentes cosmovisiones de la tierra serán centrales en el dictado del programa. Los humedales con sus funciones ecosistémicas, huerta y agroecología, las consecuencias de los agrotóxicos en la salud, la soberanía y la seguridad alimentaria, y los organismos genéticamente modificados, son otros de los temas a abordar. Resulta primordial que se incluyan también las consecuencias sociales de la crisis ambiental, así como la perspectiva económica.
En esta misma línea, quisiera retomar las palabras de Felipe Baldonado y Sebastián Rovira, fundadores de Accionar Joven, quienes refirieron que en el comienzo de la pandemia, desde Accionar Joven, han capacitado a más de 100 docentes en el uso de herramientas tecnológicas y a más de 270 docentes en cómo incluir el ambiente en las aulas. Los mismos expresaron que gracias a este tipo de acciones la juventud tiene un espacio para plantear sus inquietudes, pero sobre todo, para proponer y tomar decisiones. La perspectiva de la juventud le aporta a las políticas públicas una mirada fresca y renovada. La pandemia puso en jaque nuestro sistema educativo y nos obligó a repensar la forma en la que se vienen haciendo las cosas. La tecnología y la educación ambiental tienen que ser protagonistas del día a día en las aulas. Estas pequeñas acciones reivindican la importante tarea de la política local y los concejos deliberantes. En este sentido, este proyecto va en línea con el Tigre sustentable con el que sueña la juventud. Poder incluir al cuidado del ambiente en nuestra educación es elemental para volver a pensar a nuestra sociedad; pero esta vez incluyendo a nuestro entorno. Debemos construir responsabilidad para cuidar nuestro ambiente y empatía para con quienes son víctimas de su degradación. Y eso debe suceder hoy.
Por Rodrigo Alvarez – Concejal de Tigre
