“Perón siempre eligió la legitimación del voto popular”

El 24 de febrero de 1946, el Partido Laborista que impulsaba la fórmula Perón- Quijano, “con tiza y con carbón”, enfrentó a la fórmula “Tamborini- Mosca” de la Unión Democrática integrada por radicales, demócrata progresistas, socialistas y comunistas unidos.

La Unión Democrática (UD) fue una alianza electoral realizada en 1945 al solo efecto de enfrentar a la fórmula Juan D. Perón-

La fórmula del Partido Laborista, cuyo candidato a presidente era Perón, formada por acuerdo del Partido Independiente y la Junta Renovadora de la UCR –fracción desprendida del radicalismo-, le dio la presidencia a Perón, con el 52.84% de votos en las elecciones, siendo derrotado únicamente en Córdoba, Corrientes, San Juan y San Luis -siendo las últimas elecciones presidenciales en las que solo los varones tuvieron derecho a voto antes de la introducción del sufragio universal de hombres y mujeres en 1947-.

Para evaluar este triunfo debemos remontarnos al 4 de junio de 1943, en que una asonada militar derrocó al régimen que Arturo Jauretche calificó acertadamente como “la década infame” y permitió al entonces Coronel Perón, asumir una ignota Dirección, denominada Departamento Nacional de Trabajo, convertirla en Secretaría de Trabajo y Previsión y desde ella impulsar una verdadera revolución transformadora, implementando derechos laborales, previsionales y sociales, hasta entonces impensados.

Así se avanzó hasta junio de 1945 en que fue obligado a renunciar, luego fue encarcelado y desemboca en los épicos sucesos del 17 de octubre de 1945, que determinaron la liberación de Perón y su arenga al pueblo concentrado en la Plaza de Mayo.

Está nota no está direccionada a los hechos que llevaron a lo que se denominó “Día de la Lealtad” y al cual nos hemos referido en anteriores ocasiones.

Cuando Perón estaba por salir al que pasó a ser el balcón histórico, le preguntó al presidente Farrell que quería que dijera y Farrell respondió “dígale lo que quiera, pero haga que se vuelvan a sus casas” totalmente desbordado. A las 23:10 Perón salió a un balcón de la Casa Rosada. Agradeció la presencia del Pueblo, recordó su labor en el gobierno, prometió continuar defendiendo los intereses de los trabajadores y, finalmente, pidió a los concurrentes que se desconcentraran en paz. Cuando se retiró del balcón y la multitud se estaba desconcentrando, dirigiéndose a Perón, Farrell le pregunto, ahora Ud. que quiere? y éste, ante la evidencia del Pueblo manifestando su desconformidad con el gobierno y el apoyo incondicional, le respondió “que convoque a elecciones”.

Perón fue puesto en libertad, y pocos días después el gobierno militar estableció la fecha de las primeras elecciones generales libres en casi dos décadas: el 24 de febrero de 1946, cuyo 75 aniversario conmemoramos.

Estoy convencido que Perón pudo al bajar del Balcón ungido Presidente de facto, pero prefirió la legitimación del voto popular, y para ello enfrentó una elección que a priori se presentaba como muy desfavorable, por la disparó relación de fuerzas y recursos.

Acertadamente Perón, con la claridad política que lo caracterizó hasta el final de su vida, optó por la convalidación electoral marcando a fuego el futuro del movimiento político en ciernes.

El peronismo, es la única fuerza política electoral, en el mundo, surgida sobre el final de la segunda guerra mundial, que aún tiene vigencia e incluso, gobierna.

Juan Domingo Perón emergió a la vida política, en tiempos coetáneos a políticos de la talla de Churchill, De Gaulie, Stalin, Roosevelt, los que, aún dejando huella en la historia, no lograron trascender políticamente en un movimiento político como es el peronismo. Movimiento este que jamás llegó al poder por otra vía que el proceso electoral transparente y sin proscripciones, por el contrario, fue despojado del poder por la fuerza de las armas en dos oportunidades, sufrió proscripciones, persecuciones, torturas, fusilamientos y en una oportunidad incluso, un candidato peronista, ganó una elección a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, -Andrés Framini- y le fue negada su asunción, por la fuerza de las armas.

El peronismo, que gobernó Argentina instaurando en forma definitiva una concepción de Justicia social y equidad, mantiene así –y por ello- una vigencia incuestionable, aún pese a formatos de poder que intentaron torcer el curso de esta doctrina que nos reúne en su lucha.

Por Oscar Cuartango – Ex Ministro de Trabajo de la Pcia de Bs As

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