Tras 18 años de exilio hace 48 años atrás Peron volvía a nuestro país, un gobierno lo desafiaba y un pueblo lo esperaba.
Ese día dejó plamado en nuestro ADN peronista la resistencia que durante 18 años tuvieron esos compañeros y compañeras.
Ser militante peronista refleja la lucha de un pueblo por lograr esa preciada justicia social, el anhelo por un gobierno con independencia económica y soberanía politica, esa 3 banderas históricas son las que marcan nuestro camino y por la que muchos compañeros/as murieron.
Luego de esa resistencia, sufrimos los 90 donde al peronismo lo tomó el neoliberalismo y muchos compañeros/as resistieron el ajuste del estado al pueblo, en los sindicatos, en los centros de estudiantes, en los barrios y como siempre en la calle.
Leímos a Peron y vivimos a Nestor que nos devolvió ese sentimiento profundo por el peronismo y que renovó en la juventud el legado histórico de Peron.
De ahí viene mi generación de la lucha contra un gobierno neoliberal, de pensar en el otro y con poco lograr hacer algo para muchos, de entender que desde lo colectivo está la solución y no desde lo individual, que militar es un modo de vida donde primero está nuestro pueblo y su felicidad
Hoy 48 años después seguimos celebrando y recordando con alegría (como pedía Jaureche) el ser militantes peronistas, el seguir pensando nuestra revolución y no dejar nunca de ser revolucionarios, sabiendo tal como dice Garcia linera cual es nuestro camino “Luchar, vencer, caerse, levantarse, luchar, vencer, caerse, levantarse. Hasta que se acabe la vida, ese es nuestro destino”
¡Feliz día del militante peronista a todos nuestros compañeros/as!
Por Fabricio Cerdan – Militante del Evita Tigre
