“Salí fortalecido de volver de Malvinas. No sentía resentimiento, ni frustración, ni dudas, porque yo no perdí la guerra.
ABSTRACT
Patricio, “Pato” como lo conocen en el trabajo, o “Tricio” como lo ubican en el Club, que jamás concurrió a un espacio terapéutico pero dice gustarle dialogar con la gente, llega temprano y apenas, sin siquiera terminar de acomodarse, comienza a hablar sin pausa. Muestra soltura y apertura en su relato, dejando que las palabras broten de manera espontanea y sincera, a través del recorrido que invita a hacer de su vida: una historia llena de diversos matices, de relatos que podrían ser leídos en un libro de historia argentina. Pero para él no son ajenas, es su propia historia.
Las experiencias relatadas envuelven el aire que nos rodea en el consultorio y es posible dejarse llevar e imaginarse cada una de las escenas que va contando, aún cuando se pierde el hilo que conduce cada relato, o bien, cuando cada anécdota nos conduce a otros planos, a otras secuencias de sucesos que se van entretejiendo y entrelazando.
Así, Patricio da cuenta de una vida repleta de situaciones emocionantes, entre lo divertido y lo complejo y, sobre todo, refleja ese carisma singular y esa posición simpática para hacerle frente a todo, con una mirada distinta y una fortaleza particular.
DATOS HISTOBIOGRAFICOS
Nombre completo: Patricio Oscar Louzao
Fecha de nacimiento: 01/10/62 Edad: 56 años.
Lugar de Nacimiento: Vicente López, pero vive “desde siempre” en Tigre Centro.
Domicilio Actual: Tigre
Estructura familiar primaria: Madre (Ana María Emilia, 82 años, tigrense, descendiente de “Colorados de las Conchas” y de antecesores vascos e irlandeses inmigrantes de 1890); Padre (Oscar Ángel, Empleado en Entel, “laburador”, fallecido en el año 1996 a causa de un tumor cerebral, asociado al Club de remo Regatas La Marina, realizaba regatas por deporte); Hermano (Gustavo Andrés, 3 años menor).
Refiere tener una buena relación con su madre, de quien hereda el carácter “protestón”. “Soy protestón, pero no peleador, porque si me peleo no tengo vuelta atrás, no doy segunda oportunidad”.
Estado Civil: Casado con María Carolina, 49 años, docente de educación física. “Mantiene todo el orden de la casa, es la conductora”. Se casaron en el año 1995 y tienen una hija y un hijo de 10 y 17 años.
Nivel académico: Escuela primaria n° 6 de Tigre. Terminó el secundario, Marco Sastre, en el año 1979 y dio la materia de matemáticas, que adeudaba, en el año 1982.
Profesión/Ocupación: Empleado de la Municipalidad de Tigre. Presidente del Club de Remo Regatas La Marina.
ENTREVISTA:¿Cómo describirías a Patricio?
“Mi hijo me hizo un instagram donde tenía que poner una foto y puse una de Malvinas, y le dije: “Algo soy”. Mi hijo se reía. No soy ni poeta, ni cantante, ni médico, algo soy o algún día sabré quien soy”.
Refiere que le gusta hacer “quilombo” y que es “jodón”, en tono de divertirse, y quejoso, que es curioso y que le gusta saber de todo, lo cual da cuenta al hablar de diversas temáticas durante el encuentro.
El Servicio Militar Obligatorio – (La Colimba) – La Guerra de Malvinas
Realizó el servicio militar obligatorio en el regimiento n°6 de Mercedes, perteneciente al ejército, donde fue ubicado como encargado de lo administrativo, “el furrier, pero no anotaba lo que me decían en el libro de castigos”, refirió Patricio y agregó: “En aquella época, el que no hacia el servicio militar se creía que tenía algún problema, era mal visto, había una cultura del militar, era una sociedad en la que cada tanto había un golpe militar. Para ese entonces yo no sabía nada, tenía 18 años y ni me importaba. En el golpe del ´76 a mi no me pasó nada, en mi familia se vivía para laburar, llegar a fin de mes, tener para las vacaciones y el auto, no nos metíamos en lo político, a pesar de que mi viejo era de derecha no se involucraba en nada político ni ideológico.”
Refirió que le tocó por sorteo ingresar al servicio militar el día 17 de marzo de 1981. “´Tenes que hacer exactamente lo que te dicen´, me dijo mi papá, y le hice caso. Así me fue excelente, si los entendes la pasas bárbaro, es una cuestión vertical 100 por 100, tenias que saber los estereotipos y pasar desapercibido. En Malvinas utilicé la misma estrategia.”
Sobre su experiencia en la Guerra de Malvinas Patricio relató:
“Tenía un año de servicio militar nada más, pero no era una instrucción para matar o ser héroe, sino una instrucción para saber responder, saber acatar órdenes, donde todos haciendo lo mismo hacen fuerza. La guerra yo la sentía como algo que era parte del servicio militar y los oficiales que nos tocaron eran buena gente. Dormíamos en carpas, y en mi caso no hacia pozos porque sentía que eran para enterrarme. Yo era jodón y tenía que serlo porque tenía que vivir, el que se deprimía se moría. Peleaba para estar vivo y para volver. Estuve allí por dos meses y 6 días, cada uno se arma mentalmente para pasar el momento. Yo tengo que ir a mi casa a comer y a sacar la toalla mojada que dejé en el club, es todo en lo que pensaba”.
¿Cómo fue lo vivido en las Islas?
“Fue una experiencia de máxima tensión y fue una experiencia de entender un montón de cosas de la vida”.
¿Qué herramientas personales observas en tu historia que te hayan ayudado para llevar adelante la etapa militar de tu vida?
“Tuve la suerte de haberme formado para lo que fue, de tener una vieja y un viejo que me marcaran una conducta, abuelos rigurosos, un ámbito deportivo, en especial el vinculado al agua, el ser scout, y también ser de Tigre, del Delta, todos ámbitos que te permiten desarrollar características distintas y que te sirven para cualquier situación de la vida. Todo eso me dio estructura, me permitió saber del sacrificio”.
Regreso de las Islas Malvinas
“Salí fortalecido de volver de Malvinas, no sentía resentimiento, ni frustración, ni dudas, porque yo no perdí la guerra. Al regresar de la Isla andaba en piyama y ojotas por la casa, incluso mientras había una temperatura de dos grados. Me sostuve de la familia, del club, de los amigos, del laburo”.
Por intermedio del tío, presidente entonces de la Biblioteca Sarmiento, al mes de regresar de la guerra de Malvinas se empleó en la Municipalidad de Tigre, donde continua trabajando desde hace 37 años. “Entrar en la Municipalidad me sirvió para sentir a la gente, porque no hubo “medallas” hasta el ´90 y pico. En diciembre de 1982 convocaron a varios ex combatientes a un acto. Fui con mi viejo, pero se agarraron entre varios soldados y eso fue todo. En mi regimiento comenzaron a reunirse en el ´89, mandaban cartas de invitación, pero no me interesaba. Estuve 25 años sin acercarme a nada que se vinculara al ejército y fue bueno estar fuera de todo eso, no estar vistiéndome de militar”.
Refirió que dentro de la Municipalidad comenzó trabajando en Obras Publicas, “cuando tigre era un mosquito y el 60 llegaba hasta el Tigre Hotel”. Su tarea consistía en llevar la red de agua potable, “me corrían los perros mientras alguno me llamaba a los gritos: ´el hombre del agua´. Trabajar allí no me dio tiempo de estar al pedo”. Luego comenzaron con obras públicas en Villa Liniers, “era el progreso, comenzaba a haber gas natural en Tigre”. Posteriormente ejerció tareas en el planeamiento del proyecto de Nordelta y otros barrios privados, sobre lo que relató que se generaban de 40 a 50 casas nuevas por días como obras particulares.
La vida alrededor del remo
“Armé mi estructura de vida en función del club. Lo planifiqué así. Mi pareja, María Carolina, tenía que ser del club y tenía que seguir yendo al club luego de casados. Hoy pasamos el día en el Club San Fernando”.
En el año 1991 comenzó, por el lapso de 25 años, a trabajar en un canal zonal, a lo que relató que un día viendo la televisión decidió irse en bicicleta hasta allí y se ofreció para hacer un programa sobre el remo en vivo, los días sábados y domingos, de una hora de duración.
“Estaba todo el día en las lanchas, de hincha pelotas nomás”. Refirió que hacia reportajes junto a su camarógrafo, que también trabajó en Periodismo Delta y que participaba en Radio Rivadavia hablando sobre remo y canotaje.
Actualmente es Presidente del Club de Remo Regatas La Marina.
Regreso a las Islas Malvinas
Tras un acto al que concurre en La Paloma, decide “ir a la isla”. Planeaba ir en un grupo de 8 personas, junto con Pablo, el camarógrafo del programa de remo que realizaba, pero tras un accidente que lo imposibilitaba a éste viajar, decidió invitar a su hermano a que lo acompañe. Allí se armó el equipo de viaje, sumados con dos compañeros suyos, “un flaco de Ituzaingó y un par más”.
Y en el año 2011 viajó hacia las Islas Malvinas, “nunca antes se me había ocurrido volver”. Relató creer que fue entonces cuando el hermano pudo haber comprendido muchas cosas sobre su forma de ser, “mi modo en el que todo me da lo mismo”, expresó, “uno aprende a entender lo que vivimos ahí, que hacías cada día, sobre todo con las molestias del clima”.
“Ahora iría 2 o 3 veces al año, porque me significó un montón de cosas: el olor, el viento, las vistas”.
Veteranos de Malvinas
“Puede ser que no estábamos listos para ir, pero sin duda tampoco estábamos listos para volver”, refirió Patricio recordando. “No se habló de lo que pasó y hay demasiadas mentiras. Nadie entendía porque habíamos ido a Malvinas. Los 15.000 que volvieron implicaba un número importante, si nos hubiéramos juntado hubiera sido distinto porque la historia se manoseo. Ese tiempo de entender que fue Malvinas llevó a que muchos se suicidaran: Ha habido al menos 800 suicidios y hoy muere un ex soldado por día por enfermedades producidas por la angustia vivida”.
“Hay 2 etapas de hijos de veteranos, una fue la de creer que la guerra se perdió porque éramos malos soldados. Por eso, la vuelta fue muy dura para muchos, se hacían cargo. Hoy, en cambio, creen que los soldados argentinos fueron formidables, se lee en los periódicos ingleses gracias a las telecomunicaciones, y somos mejor reconocidos”.
Patricio concluyó al respecto: “El haber ido, haber estado, te hace diferente a cualquier otro argentino o ser humano. 25 años después el ejército reconoció a los soldados, por eso hoy concurro a la reunión en Mercedes y comencé años atrás, de la mano de Sergio Massa, a trabajar con los veteranos”.
Palabras de cierre:
Patricio expresó haberse sentido muy bien y cómodo en la entrevista y el tiempo dialogando juntos.