Pascuas en tiempo de Pandemia

Aislamiento social: un concepto muy difícil de asumir en nuestra cultura. ¿Cómo atravesar estas festividades con el Covid-19 instalado en nuestra sociedad y en nuestra mente?

La fiesta de las Pascuas Cristianas es, sin lugar a dudas, uno de los momentos festivos  más importantes del año, conmemorando la muerte y la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. En ella convergen muchos sentimientos y sensaciones que sacan a relucir nuestros valores más profundos, como la familia, la unidad y la tradición. Pero el significado de la misma es más antigua y profunda de lo que creemos. Todo se remonta al momento en que el pueblo de Israel se libera después de cuatrocientos años de esclavitud  en Egipto y de la mano de Moisés, emprenden el éxodo hacia la tierra prometida. En el libro de Levítico, capítulo 23 versículos del 5 al 8 (libro de la Biblia, Antiguo Testamento) se oficializan estas festividades con la ingesta de los panes sin levadura y las hierbas amargas, en memoria de aquellos tiempos difíciles de afrontar, siendo presos de su libertad y privados de sus costumbres.

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En tiempos modernos, las circunstancias que nos sobrevienen a nivel mundial, nos impulsan a cambiar el paradigma de cómo actuábamos ante ciertos acontecimientos. La comunicación visual pasó a formar parte de nuestras prioridades ante la interacción social cercenada por el aislamiento y la cuarentena.

El Covid-19 llegó y nos transformó, nos hizo entender que debemos cuidarnos, cuidar del prójimo, de nuestros ancianos, respetar y honrar la labor de nuestros médicos y enfermeros, que sin dudarlo, arriesgan su salud a favor de la nuestra “nuestros protectores” que ponen en juego su seguridad por garantizar la nuestra, aquellos “samaritanos anónimos”, que ponen pan en la mesa de los menos afortunados, “héroes de la vida”, de las circunstancias: verdaderos “gladiadores de la pandemia”.

Como el pueblo judío recuerda hasta el día de hoy los acontecimientos más amargos pero no menos dichosos de su propia historia y para tal propósito posee símbolos que lo caracterizan, que en estas pascuas y en las venideras, cuando veas a un médico o un enfermero, un policía, un soldado o a un buen samaritano, comprendas que son ellos nuestros símbolos, pilares que sostuvieron a la Nación y recordatorio de los momentos más oscuros de la historia de este enemigo silencioso que nos acecha.

Que por amor a nuestra historia, deben ser honrados, distinguidos y reconocidos. Un pueblo no alcanzará la grandeza hasta que asuma sus responsabilidades sobre el reconocimiento de sus héroes, sus protagonistas y los hacedores del bien. No olvidemos, no ignoremos…Felices Pascuas y Pésaj.

Por Jonatan E. Cruz – Referente de la Comunidad Evangélica del Partido de Escobar